Ni bicarbonato ni agua oxigenada: el truco con el que tu horno quedará como nuevo
Limpiar el horno puede convertirse en una de las tareas más tediosas en el hogar. Las manchas de grasa, restos de alimentos y suciedad acumulada pueden hacer que el electrodoméstico se vea sucio. Sin embargo, muchos productos comerciales para la limpieza del horno contienen ingredientes agresivos que no sólo son caros, sino que también pueden ser perjudiciales para la salud y el medio ambiente. En lugar de recurrir a estos productos, existe un truco a base de vinagre y sal muy sencillo para devolverle al horno su aspecto original.
El vinagre y la sal son dos ingredientes que, combinados, ayudan a eliminar la suciedad más resistente del horno. Ambos ingredientes son completamente naturales, lo que significa que no contienen productos químicos tóxicos que puedan ser perjudiciales para la salud o el medio ambiente. Por lo tanto, no tienes que preocuparte por estos riesgos, ya que son ingredientes suaves pero efectivos que no dañarán el horno ni dejarán residuos nocivos.
El truco con vinagre y sal para limpiar el horno
El vinagre es un limpiador natural y eficaz, especialmente el vinagre blanco, que, debido a su alta acidez, descompone la grasa y la suciedad sin dañar las superficies. Además, actúa como desinfectante, eliminando bacterias y gérmenes, lo que lo convierte en una excelente opción para limpiar el horno. Por su parte, la sal, conocida por sus propiedades abrasivas y desengrasantes, complementa perfectamente al vinagre.
Al combinarse, la sal actúa como un exfoliante natural, ayudando a eliminar manchas difíciles y residuos acumulados sin dañar las superficies. Además, la sal también combate los malos olores, algo común en los hornos después de cocinar ciertos alimentos. Tanto el vinagre como la sal son ingredientes naturales, seguros y efectivos, lo que los convierte en una opción ecológica y económica para la limpieza del hogar, sin necesidad de productos químicos agresivos.
- El primer paso consiste en preparar la mezcla de vinagre y sal. Para ello, necesitarás: 1 taza de vinagre blanco y 2 cucharadas de sal. Ambos ingredientes deben mezclarse bien para formar una pasta espesa. Si la mezcla queda demasiado líquida, puedes agregar más sal hasta obtener la consistencia deseada.
- Una vez que tengas la pasta lista, es hora de aplicarla. Con una esponja o un paño limpio, extiende la mezcla sobre las áreas sucias del horno. Asegúrate de cubrir las zonas con grasa acumulada, manchas de comida o residuos que no se hayan eliminado con la limpieza regular. Presta especial atención a las superficies donde la suciedad está más incrustada, como las paredes laterales del horno, la puerta y las rejillas.
- Después de aplicar la pasta de vinagre y sal, es recomendable dejarla reposar durante unos 15 a 20 minutos. Durante este tiempo, el vinagre hará su trabajo al descomponer la grasa y la suciedad, mientras que la sal actuará como un abrasivo suave que ayudará a aflojar la suciedad más difícil. Si tu horno está muy sucio, puedes dejar reposar la mezcla durante más tiempo.
- Pasados los 15 a 20 minutos, empieza a frotar suavemente con un estropajo húmedo. La sal hará que la suciedad se desprenda más fácilmente, mientras que el vinagre eliminará los restos de grasa y suciedad que quedan adheridos a las superficies. Para las zonas más difíciles, puedes utilizar un cepillo de cerdas suaves para frotar y eliminar cualquier residuo persistente.
- Una vez que hayas eliminado toda la suciedad, enjuaga el horno con un paño limpio y húmedo para quitar cualquier residuo de la mezcla. Asegúrate de secar bien el horno para evitar la acumulación de humedad.
En algunos casos, después de limpiar el horno, puede quedar un ligero olor a vinagre. Si esto sucede, simplemente abre la puerta del horno y deja que se ventile durante unos minutos, o bien, puedes calentar el horno a temperatura baja durante 10-15 minutos para eliminar cualquier resto de olor.
Consejos prácticos
Aparte del truco con vinagre y sal, existen otros consejos útiles para evitar la acumulación de suciedad en el horno. En primer lugar, es recomendable realizar limpiezas regulares; no esperar a que se acumule grasa y suciedad facilitará la tarea y evitará que las manchas se adhieran de forma permanente.
Uno de los mejores consejos de los expertos es colocar una bandeja para hornear o papel de aluminio en el fondo del horno para recoger cualquier derrame de alimentos o grasas. Esto no solo facilita la limpieza, sino que también ayuda a proteger el interior del horno.
Además, es esencial ventilar el horno después de cada uso. Abrir la puerta del horno permitirá que se libere la humedad, lo que previene la formación de malos olores y manchas difíciles de eliminar. Para aquellos que buscan desinfectar a fondo el horno, rociar vinagre diluido en agua y dejarlo actuar durante unos minutos también puede ser efectivo. Éste simple hábito, junto con el uso de vinagre y sal, asegura una limpieza ecológica y económica.