Curiosidades
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La NASA detecta una señal de radio de Ganímedes, la Luna más grande de Júpiter

Ganímedes es una de las cuatro lunas más grandes tiene Júpiter, el impresionante planeta de nuestro sistema solar. Hace unos días, tal y como informó la NASA, la sonda espacial Juno conectó durante cinco segundos con esta luna detectando una señal de radio mientras Juno se desplazaba a 50 kilómetros por segundo por el planeta.

Ante esto, algunos de los responsables de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), han tenido que salir a concretar de qué se trata este contacto, asegurando que «no se trata de extraterrestres». según Patrick Wiggins, embajador de la organización en el Estado de Utah, esta conexión tiene una explicación natural provocada por electrones que «oscilan a gran velocidad por el espacio» según recoge el portal The Clinic.

«El proceso se llama inestabilidad del máser del ciclotrón (CMI). Los electrones que generan la señal de radio también pueden causar auroras en el espectro ultravioleta lejano, un fenómeno también observado por la cámara en Juno» destacó en su comunicado Patrick Wiggins, que explicó que se podría asemejar a que Ganímedes hubiera funcionado como un receptor WiFi cuando pasó Juno.

Ganímedes, la Luna más grande de Júpiter

La asombrosa Ganímedes es la Luna más grande de las cuatro que tiene Júpiter. Su diámetro es de 5.000 kilómetros, siendo el satélite más grande, después del Sol que conocemos hasta la fecha en nuestro sistema solar. Se trata de una Luna tan grande que, si orbitase alrededor del sol, sería un planeta en sí mismo.

Ganímedes fue descubierto por Galileo en 1610 siendo uno de los primeros objetos encontrados en el espacio que no orbitaban al Sol o la Tierra. Junto a Ganímedes, se posicionaron otras cuatro lunas, conocidas como los satélites galileanos: Ío, Calisto y Europa. Además de ser el más grande de estos satélites, la importancia de Ganímedes es que es el único que cuenta con campo magnético y está compuesto por hielo y agua en proporciones similares.

Esta señal de radio descubierta por la NASA pone de manifiesto que el satélite de Júpiter es un inmenso lugar todavía por descubrir y que, desde hace años, muchos de los creyentes de los paranormal y amantes de la vida inteligente aseguran de que se trata de un planeta donde la vida podría producirse, o ya podría haberse producido.

Por esto, la organización espacial norteamericana ha salido rápidamente a informar sobre de qué trata este contacto por radio de unos segundos, y dejar fuera cualquier especulación infundada sobre posible vida extraterrestre en el seno de Ganímedes.

Experimentos en Júpiter

En este sentido, son muchos los programas de la NASA que se están centrando en dar respuesta a algunas preguntas sobre nuestro sistema solar que todavía no conocemos y en explorar de la mejor manera posible planetas tan desconocidos como Júpiter junto a sus satélites más importantes.

La NASA ya informó el pasado 2019 que en el año 2025 mandaría un robot a una de las Lunas heladas de Júpiter, Europa, con el fin de encontrar posible vida extraterrestre en el satélite.

Antes, tal y como informaron hace unos meses, este robot, que recibe el nombre de Bruie, será «entrenado» en el frío de la Antártida para saber si sería capaz las condiciones meteorológicas en su llegada a la Luna Europa.

Bruie es un robot autónomo, diseñado por la agencia espacial de los Estados Unidos, que es capaz de taladrar el hielo y moverse sin problema. Además, podría permanecer, llegado el caso, bajo el agua, al igual que un submarino, por períodos prolongados de tiempo, por lo que sería muy posible su adaptación a las condiciones de Europa.

Europa es el más pequeño de los satélites galileanos que se encuentran alrededor de Júpiter. Es un poco más pequeño que nuestra Luna y está compuesto por silicatos, corteza de hielo de agua y un más que probable centro de hierro y níquel, según  las últimas investigaciones llevabas a cabo por la NASA.

En estas investigaciones, más de una vez se ha propuesto que sería posible que existiera vida debajo de esta superficie de hielo, tal y como la podríamos encontrar en lugares profundos de los océanos de nuestro planeta. Además, en recientes estudios se determinó que Europa tendría suficiente agua y oxigeno, que podrían ser suficientes para la creación de microorganismos e incluso de la aparición de vida algo más compleja en sus profundidades.

La intención de mandar al robot Bruie es esta: encontrar sistemas de vida, aunque el mayor problema que por el momento sigue sin resolverse es que el robot tendría que taladrar unos 20 kilómetros de hielo antes de llegar al agua.