El importante aviso de los dentistas sobre cepillarte los dientes antes de dormir: podrías estar cometiendo un gran error


La higiene bucodental es fundamental para mantener nuestra boca saludable y prevenir problemas como caries, encías inflamadas o mal aliento. Todos sabemos que cepillarnos los dientes es el paso más importante en nuestra rutina cuidado, y probablemente lo hacemos varias veces al día: por la mañana, después de las comidas, y antes de acostarnos. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que cepillarse los dientes en determinados momentos del día puede no ser tan recomendable como pensamos.
Este consejo sobre cuándo cepillarnos los dientes, aunque pueda parecer trivial, tiene una gran importancia. Los expertos en sueño señalan que cepillarse los dientes justo antes de dormir no sólo no es efectivo, sino que además podría estar impidiendo que disfrutemos de un descanso reparador. Una mala calidad de sueño puede afectar el sistema inmunológico, el estado de ánimo e incluso nuestra capacidad para concentrarnos al día siguiente. Por tanto, mejorar la rutina de noche es esencial para dormir bien.
La importancia del cepillado: ¿estamos haciéndolo bien?
No cabe duda de que cepillarse los dientes es esencial para mantener nuestra salud bucal. Cada vez que comemos, los restos de alimentos se quedan en nuestros dientes y se convierten en el alimento perfecto para las bacterias que habitan en la boca. Estas bacterias, al alimentarse de los restos, generan ácidos que dañan el esmalte de los dientes y, con el tiempo, provocan caries. El cepillado elimina estos restos y ayuda a reducir la acumulación de placa bacteriana, lo cual previene las caries y la gingivitis.
La mayoría de los dentistas nos han enseñado que debemos cepillarnos los dientes después de cada comida. Sin embargo, lo que no siempre nos cuentan es que el momento específico del cepillado puede influir en su efectividad. Por ejemplo, si nos cepillamos los dientes justo después de comer, especialmente si hemos ingerido alimentos ácidos como cítricos, refrescos o tomate, podemos estar dañando el esmalte de los dientes sin darnos cuenta.
El motivo detrás de esto tiene que ver con el pH de nuestra boca. Cuando ingerimos alimentos ácidos, el pH de la boca se vuelve más ácido, lo que hace que el esmalte de los dientes sea más susceptible al desgaste. Si cepillamos nuestros dientes en ese momento, el cepillo puede erosionar el esmalte más fácilmente. Por eso, los dentistas recomiendan esperar media hora después de comer para que el pH de la boca se normalice y el esmalte esté menos vulnerable.
Ahora bien, ¿por qué los expertos en sueño y salud dental nos advierten de que no deberíamos cepillarnos los dientes justo antes de acostarnos? Aunque el cepillado nocturno es esencial para mantener los dientes sanos, algunos expertos, como James Wilson y Claire Davies, sugieren que hacerlo justo antes de ir a la cama podría interferir con nuestro proceso de relajación y descanso. Esto se debe a que el proceso de cepillado puede ser más estimulante de lo que pensamos, y al hacerlo cuando estamos preparándonos para irnos a la cama, podemos activar sin querer el sistema nervioso y retrasar la capacidad de relajarnos.
Por supuesto, no se trata de que dejemos de cepillarnos los dientes por la noche. Lo que los expertos sugieren es que no lo hagamos en el último minuto. En lugar de eso, es preferible hacerlo un poco antes, lo que nos permitirá relajarnos con calma. Una vez que nos cepillamos los dientes, podemos dedicar esos últimos momentos a actividades más relajantes, como leer o escuchar música relajante.
Paso a paso
A la hora de cepillarse los dientes, lo primero lugar, es fundamental elegir el cepillo adecuado. Los dentistas recomiendan utilizar un cepillo de cerdas suaves para evitar dañar el esmalte dental y las encías. Además, la cabeza del cepillo debe ser de tamaño apropiado para poder alcanzar todas las áreas de la boca sin esfuerzo. Una vez elegido el cepillo, es importante utilizar una pasta dental que contenga flúor, ya que este mineral ayuda a prevenir la caries y fortalece el esmalte dental.
Para comenzar el cepillado, debemos colocar el cepillo en un ángulo de 45 grados respecto a la línea de las encías. Esto permitirá que las cerdas lleguen a las áreas más difíciles de alcanzar, como la base de los dientes y las encías. A continuación, realizamos movimientos suaves y circulares, sin aplicar demasiada presión, para evitar irritar las encías. Es esencial cepillar tanto la parte frontal como la posterior de los dientes, así como la superficie con la que masticamos los alimentos.
No olvides limpiar también la lengua, ya que en ella se acumulan bacterias que pueden causar mal aliento. Para esto, puedes usar un limpiador de lengua o simplemente pasar las cerdas del cepillo con suavidad sobre ella. Es recomendable cepillarse los dientes durante al menos dos minutos, para asegurarnos de limpiar todas las áreas de la boca como es debido.