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Trucos del hogar

Los expertos recomiendan este sencillo truco para evitar la condensación en las ventanas durante el frío

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Cuando el frío exterior contrasta con el calor del hogar, las ventanas suelen convertirse en un punto problemático: la condensación. Este fenómeno, además de empañar los cristales, puede provocar problemas más serios, como la aparición de moho o el deterioro de los marcos.

Aunque parece un problema inevitable, existen trucos simples que pueden ayudarte a evitar esta molesta acumulación de humedad.  En este artículo te contamos cuáles son.

¿Qué causa la condensación en las ventanas?

La condensación ocurre cuando el aire caliente y húmedo del interior de una vivienda entra en contacto con superficies frías, como el vidrio de las ventanas. Este choque térmico genera pequeñas gotas de agua que se acumulan, ensuciando los cristales y favoreciendo condiciones propicias para el moho. Aunque no es un problema grave en sí mismo, su persistencia puede afectar tanto la estética como la salud del hogar.

El truco infalible para evitar la condensación

Un método muy eficaz para prevenir la condensación es el uso de cortinas gruesas o térmicas. Estas funcionan como una barrera entre el aire caliente de la habitación y el frío que se filtra desde el exterior.

Al minimizar el choque térmico, las cortinas ayudan a reducir la acumulación de humedad en los cristales. Además, ofrecen el beneficio añadido de mejorar el aislamiento térmico del hogar, contribuyendo a un menor consumo energético.

Para obtener los mejores resultados:

Otros métodos prácticos para evitar la condensación

Además de las cortinas, hay varias estrategias que pueden ayudarte a mantener las ventanas libres de humedad:

Evitar la condensación en las ventanas no requiere medidas complicadas ni costosas. Desde el uso de cortinas gruesas hasta pequeños ajustes como ventilar regularmente o emplear trucos caseros como la sal, puedes mantener tus cristales impecables y tu hogar confortable durante el invierno.