Esto es lo que te puede pasar si no cambias tu ropa interior habitualmente
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Hay normas de higiene básicas que a todos nos enseñan cuando somos pequeños y entre ellas, está la costumbre cambiar tu ropa interior de manera habitual, evitando usar la misma durante varios días. El calor y el verano agudizan estas necesidades, pues el sudor nos avisa con mayor frecuencia y no hacerlo con la frecuencia necesaria, podría perjudicar tu salud.
¿Por qué cambiar la ropa interior con regularidad?
La ropa interior hay que cambiarla cuando sea necesario y esto, aplica a que algunos días debamos hacerlo varias veces. Normalmente, cambiaríamos la ropa interior de manera diaria, no obstante, si has practicado deporte, has sudado demasiado o has practicado relaciones sexuales, puede que necesites más de un cambio al día. Esto es normal y de no hacerlo, puedes notar las consecuencias en tu cuerpo.
¿Qué puede pasar si no te cambias de ropa interior cada día? El calor en la zona, la humedad y la suciedad que vas generando crean las condiciones perfectas para la proliferación de bacterias, hogos y malos olores en la zona. Estas prendas, si se mantienen sucias o húmedas demasiado tiempo, pueden derivar en problemas de salud como irritaciones en la zona, acné en la parte de los glúteos o la zona genital o incluso infecciones, por ello, es esencial mantener una buena rutina de limpieza en la zona.
La humedad y el calor, un foco de infección
Las prendas sucias o muy usadas que ya llevan horas en contacto con la piel, atrapan el sudor, la suciedad y van arrastrando las pieles muertes, si estas no se cambian y limpian con regularidad, pueden acabar obstruyendo los poros de la piel. Por todo ello, las bacterias pueden tender a acumularse en la zona, favoreciendo que se acumulen hongos como la Cándida, responsable de la molesta candidiasis genital u otras bacterias que pueden promover las infecciones en el cuerpo.
Estas bacterias nos acompañan de forma natural en el cuerpo, estos microorganismos en la flora son una respuesta natural del cuerpo. El problema se genera cuando le damos las condiciones propicias para desarrollarse, pues esto, puede acabar afectando a nuestra salud y bienestar de manera directa.
La frecuencia con la que debes cambiar tu ropa interior
¿La mejor manera de evitarlo? Mantener una buena higiene en la zona y cambiar tu ropa interior más pronto que tarde, serán tus mejores aliados para mantener la zona fresca, saludable y libre de estos molestos síntomas. Esto es esencialmente importante cuando llega el calor, pues la humedad en la zona por el sudor se multiplica y con ello, la facilidad de crear unas condiciones poco interesantes para nuestro organismo.
Además, estar demasiadas horas con ropa interior mojada o húmeda, puede crear fricciones en la zona y con el paso del tiempo y la actividad, acabarás notando molestias. Por ello, cuando detectes esta humedad o veas manchas en la ropa interior, por ejemplo, si estás menstruando, lo mejor será optar por hacer un cambio de ropa interior en cuanto sea posible.
Lo importante, es asumir este hábito e incorporarlo a tu vida, no obstante, no debes llevarte las manos a la cabeza si alguna vez has tenido que estirar la ropa interior más de lo que te gustaría, ya sea porque estés fuera de casa y no tienes recambio o porque el sudor no te da respiro. En tal caso, lo importante es entender la necesidad y hacer el cambio cuando sea posible.