Limpieza

Este trucazo del limón te salvará y te dejará la vitrocerámica como nueva

Este trucazo del limón te salvará y te dejará la vitrocerámica como nueva
Este trucazo del limón te salvará y te dejará la vitrocerámica como nueva

Muchos de los alimentos que tenemos en casa pueden ser utilizados también en la limpieza de diversos materiales y superficies. Dentro de las frutas, hay el trucazo del limón que te facilitará enormemente el trabajo de dejar tus vitrocerámicas como nuevas.

Es común que, al preparar tu comida, estas placas y encimeras acaben manchándose con los productos de cocina que manipulas. Siempre que quieras que luzcan como nuevas, el limón podría convertirse en tu mejor aliado para eliminar esa suciedad acumulada.

Descubre el trucazo del limón para la vitrocerámica

Más allá de los múltiples beneficios que supone para el organismo, el limón asegura interesantes resultados como limpiador. Es capaz de eliminar las manchas y los arañazos de la vitrocerámica y, con respecto a otros artículos, su precio es realmente bajo.

Lo mejor de todo es que puedes aprovechar para este truco esos limones que ya hayas exprimido y que suelen acabar en la basura. Dándole una nueva oportunidad reducirás tu inversión en limpieza y evitarás las mezclas químicas que poseen contraindicaciones.

Todo lo que debes hacer es echar bicarbonato de sodio y una gota de jabón de lavaplatos en la placa o encimera de vitrocerámica. Acto seguido, coge el limón usado y frótalo enérgicamente sobre la superficie afectada por la mancha hasta que ésta desaparezca.

Transcurridos unos minutos, la acción desengrasante del limón habrá hecho lo suyo y la suciedad debería ser sólo un mal recuerdo. Para finalizar, tienes que aclarar todo con una bayeta de microfibra. Deja la placa o encimera totalmente seca y lista para cocinar.

El resultado debería ser una vitrocerámica reluciente, sin rastros de la mugre de la bebida, comida o ingrediente caído allí.

¿Por qué el limón es un limpiador tan efectivo?

te estarás preguntando a qué se debe que el limón pueda deshacerse de esas manchas que otros no pueden. Además, tiene ciertas propiedades desengrasantes que explican por qué es un componente recurrente en ámbitos como éste.

Por otro lado, su aporte de vitamina C lo transforma en un blanqueador que consigue desprender la suciedad de las superficies. Destaca, asimismo, por su rapidez para neutralizar los malos olores y dejar una agradable fragancia que perdura en el espacio.

Incluso, puedes añadirlo a tus técnicas de limpieza para el resto de la cocina o el baño; o en cualquier parte de la vivienda donde encuentres dificultades para decir adiós al sarro y a las manchas de origen desconocido que atentan contra su aspecto original.

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