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Los españoles que serían reclutados los primeros si España entrara en guerra

España en guerra
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La guerra es un tema que siempre despierta temor y preocupación, y más en los tiempos actuales, cuando las tensiones internacionales aumentan día a día. En España, aunque el tema de la guerra no se aborda con tanta alarma como en otros países, la Constitución establece de forma clara que los ciudadanos tienen el derecho y el deber de defender al país en caso de que sea necesario.

En este contexto, resulta fundamental entender cómo funcionan los mecanismos de defensa y quiénes serían los ciudadanos llamados a formar parte de las Fuerzas Armadas en caso de conflicto. A pesar de contar con un ejército profesional desde el 2001, la legislación de España contempla una estructura que podría incluir a otros sectores de la población si las circunstancias lo requieren, como una guerra.

¿Qué ocurriría si España entra en guerra?

En 2001, el Gobierno abolió el servicio militar obligatorio, lo que llevó a la creación de un ejército completamente profesional. Hoy en día, el ejército español está compuesto por aproximadamente 120,000 efectivos profesionales que serían los primeros en ser movilizados en caso de un conflicto armado.

Sin embargo, el ejército no está compuesto exclusivamente por militares profesionales. Existe un sistema de reservistas que entra en juego cuando las necesidades de defensa nacional no pueden ser cubiertas únicamente por estos efectivos. Este sistema fue establecido en la Ley de la Carrera Militar de 2007, que clasifica a los reservistas en tres grupos: los de especial disponibilidad, los voluntarios y los obligatorios.

Reservistas de especial disponibilidad

El primer grupo que sería llamado en caso de emergencia son los reservistas de especial disponibilidad. Este grupo está compuesto por aquellos militares que, después de cumplir con su servicio activo, han sido dados de baja, pero aún permanecen en contacto con las Fuerzas Armadas. Este grupo también incluye a civiles que, voluntariamente, han decidido formar parte del sistema de reservas y están dispuestos a reincorporarse al ejército en caso de necesidad.

En total, el número de personas en esta categoría asciende a unas 8.000 personas. Estos reservistas de especial disponibilidad son los primeros en ser llamados por el Consejo de Ministros en caso de que el país se vea amenazado, y su incorporación al ejército no requiere ninguna autorización adicional del Congreso.

Los reservistas de especial disponibilidad tienen una ventaja significativa: su entrenamiento previo y el conocimiento de las operaciones militares les permite reincorporarse rápidamente al servicio, lo que los convierte en un recurso valioso en tiempos de guerra.

Reservistas voluntarios

En segundo lugar, en caso de que los reservistas de especial disponibilidad del ejército de España no sean suficientes en caso de guerra, el gobierno recurriría a los reservistas voluntarios. Este grupo está compuesto por ciudadanos que no tienen experiencia militar previa, pero que se han ofrecido voluntariamente para formar parte de las Fuerzas Armadas.

El proceso de incorporación de los reservistas voluntarios es más largo que el de los reservistas de especial disponibilidad, ya que deben someterse a un proceso de selección, que incluye exámenes médicos, psicológicos y físicos. Una vez completado este proceso, reciben formación básica en el ejército, similar a la que recibirían los soldados regulares. Los reservistas voluntarios son un recurso adicional para el ejército, y su número podría aumentar considerablemente en momentos de guerra o crisis.

Reservistas obligatorios

En último lugar, si la situación fuera tan grave que no se pudiera cubrir las necesidades de defensa con los reservistas de especial disponibilidad y los voluntarios, el gobierno español podría recurrir a los reservistas obligatorios. Este grupo estaría compuesto por civiles que no tienen ningún vínculo previo con las Fuerzas Armadas, pero que, debido a la gravedad del conflicto, serían llamados a incorporarse al servicio militar.

La Ley de la Carrera Militar establece que estos reservistas obligatorios son personas que tienen entre 19 y 25 años. Para ser reclutado, un joven en este rango de edad recibiría una notificación que incluye un cuestionario sobre su estado físico y de salud, además de la posibilidad de expresar sus preferencias sobre el tipo de ejército en el que le gustaría servir. A continuación, se realizarían exámenes médicos y pruebas psicológicas para determinar su aptitud para el servicio.

Una vez aceptados, los reservistas obligatorios recibirían formación básica en el ejército y serían asignados a diferentes unidades, dependiendo de las necesidades del momento. A pesar de que la incorporación a las Fuerzas Armadas es obligatoria en este caso, aquellos que no deseen prestar servicio pueden acogerse a la objeción de conciencia, una posibilidad contemplada por la ley para aquellos que, por razones éticas o religiosas, se niegan a portar armas.

Aunque España cuenta con un ejército profesional altamente cualificado, el sistema de reservistas garantiza que el país pueda hacer frente a una guerra en caso de que sea necesario. Desde los reservistas de especial disponibilidad, que son los primeros en ser llamados, hasta los reservistas obligatorios, que podrían ser reclutados en circunstancias extremas, España tiene un plan estructurado para garantizar la defensa nacional en tiempos de crisis.

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