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Se trata de Chefchaouen (Marruecos), conocida como la «Ciudad Azul», que cautiva a los viajeros con sus fachada teñidas de este color. La Medina, aunque pequeña, es auténtica y permite a los visitantes sumergirse en la vida cotidiana local, disfrutando de los aromas del pan recién horneado. La Kasbah, ubicada en el corazón del casco antiguo, cuenta con exuberantes jardines que ofrecen un refugio de frescura.
Chefchaouen, la «Ciudad Azul» de Marruecos
Ubicada en una ladera de la cordillera del Rif, pasear por sus laberínticas calles es como sumergirse en un sueño de colores celestiales que evocan el cielo y el mar. Más allá de su cautivadora silueta, Chefchaouen ofrece un patrimonio cultural excepcional.
Historia
La leyenda de Chaouen remonta sus raíces a la época en que España era territorio musulmán, donde Mulay Alí ben Rachid se enamoró de Zhora, una joven de Vejer de la Frontera. Tras la expulsión de los musulmanes de la Península, ambos emigraron a Marruecos, y para aliviar la nostalgia de Zhora, el emir construyó Chaouen, también conocida como Chefchaouen, a su imagen y semejanza. Esta ciudad encantadora, con alrededor de 40,000 habitantes, se encuentra a unos 100 km de Ceuta, en la Cordillera del Rif.
Fundada en 1741 por Moulay Ali Ben Rachid en el sitio de una pequeña población bereber, fue considerada una ciudad sagrada durante muchos siglos. Protegida contra incursiones extranjeras, prosperó con la llegada de refugiados musulmanes de España, principalmente exiliados de Al-Ándalus, incluidos musulmanes y judíos. La parte antigua de la ciudad refleja la influencia de los pueblos andaluces, con estrechas calles y casas encaladas, a menudo en tonos azules.
La ciudad marroquí mantuvo su fisonomía medieval casi intacta a lo largo del tiempo, ya que la entrada a extranjeros estaba terminantemente prohibida. Durante el control español en la zona norte de Marruecos, Chefchaouen experimentó cambios en su estructura urbana y poblacional. La ciudad tuvo una importante población judía sefardí que hablaba judeoespañol. Chefchaouen fue una base clave del ejército español y presenció el descenso de la bandera española por última vez en 1956.
Lugares de interés
Explorar Chefchaouen es sumergirse en un mundo de colores y experiencias únicas. Entre los lugares imperdibles se encuentra la Kasbah, una imponente fortaleza con muros rojos ubicada en el centro del casco antiguo. Sus exuberantes jardines ofrecen un remanso de paz, y el museo alberga una valiosa colección de armas antiguas, fotografías históricas y textiles.
La encantadora medina, con sus callejones estrechos y sinuosos, invita a perderse entre pequeños comercios llenos de colores vibrantes. Artesanos de la madera, la lana y el curtido muestran sus valiosas mercancías, ofreciendo una auténtica experiencia local.
En el corazón de la medina se encuentra la animada Plaza Uta al-Hamman, presidida por una hermosa fuente. Rodeada de terrazas, cafés y restaurantes encantadores, es el lugar perfecto para sumergirse en la vida diaria de Chefchaouen. La Gran Mezquita, que data del siglo XV, destaca con su inusual torre octogonal.
Desde la Plaza Uta al-Hamman, se accede al bullicioso Zoco de Chefchaouen, donde una sucesión interminable de tiendas ofrece una variedad de artículos. La famosa «calle comercial» conduce a la parte trasera de la alcazaba y a la plaza principal de la ciudad.
Para los amantes de la naturaleza, las cascadas de Akchour en el Parque Nacional de Talassemtane, el Puente de Dios con sus impresionantes paisajes, y la misteriosa cueva de Knadel son opciones muy interesantes.
Los mejores planes
Chefchaouen, la ciudad marroquí conocida por su arquitectura azulada y ambiente relajado en las montañas del Rif, ofrece una variedad de actividades y lugares de interés para explorar.
- En el corazón de la ciudad se encuentra su famosa Medina Azul, donde las calles y edificios pintados de azul crean un ambiente único. Pasear por las estrechas calles de la medina, con sus casas encaladas y puertas pintadas de azul brillante, proporciona una experiencia relajante.
- La Gran Mezquita de Chaouen, ubicada en el centro de la medina, es uno de los principales lugares de culto de la ciudad.
- A unos 20 minutos a pie de la medina, la hermosa Cascada de Ras el Maa es un punto de encuentro popular para locales y visitantes. Este oasis natural ofrece un espacio para relajarse, disfrutar del agua fresca y sumergirse en la belleza natural de la zona.
- Sumérgete en la cultura local con una visita al hammam, o baño público marroquí.
- La deliciosa comida marroquí es una parte imprescindible de la experiencia en Chaouen. Platos como el cuscús, tagine y pastela pueden disfrutarse en los restaurantes y cafeterías de la medina, así como en los animados mercados callejeros.