Curiosidades
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Efecto pintalabios rojo: cómo un labial nos revela que vivimos tiempos de crisis

Se trata de uno de los índices económicos más curiosos que existen en el mundo

Esto es lo que cuesta un Big Mac en cada país del mundo

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Durante la recesión económica de 2001, Leonard Lauder, heredero y presidente de la firma de cosméticos Estée Lauder, percibió un fenómeno fascinante: a pesar de la crisis financiera, las ventas de pintalabios de su empresa seguían subiendo. De acuerdo con el Wall Street Journal, ese año las ventas en la industria de cosméticos aumentaron en un 11%.

Este fenómeno, que a primera vista parece contradictorio, sugería que mientras la economía se deterioraba, los consumidores preferían gastar en pequeños lujos asequibles, como los pintalabios, dejando de lado productos más caros como joyas, coches nuevos y viajes, sectores a los que les suelen afectar negativamente las crisis económicas. Este patrón llevó a la creación del «índice del pintalabios».

Qué es el ‘índice del pintalabios’

Durante la recesión de 2008, tras la caída de Lehman Brothers, se observó un fenómeno similar al de 2001. Grandes marcas de cosméticos como Maybelline, MAC, L’Oreal y Estée Lauder reportaron un aumento significativo e inesperado en sus ventas. Esta vez, los productos más vendidos no fueron los pintalabios, sino los esmaltes de uñas, otro pequeño lujo asequible.

Al revisar los datos, se puede ver un aumento en las cifras de negocio en las empresas del sector durante momentos de crisis, como la recesión de principios de los 90, el estallido de las puntocom y después del 11 de septiembre. En estos periodos, cuando la sociedad estaba al límite, las empresas de cosméticos vivían sus mejores días. La única excepción es la crisis resultante de la pandemia del Covid-19, lo cual tiene sentido ya que la gente no compraba pintalabios ni otros cosméticos debido a las mascarillas y los confinamientos.

Este comportamiento, aunque peculiar, ilumina la naturaleza del consumismo. Las decisiones de compra raramente se basan solo en la lógica. Si así fuera, en tiempos difíciles limitaríamos nuestras compras a lo esencial, evitando lujos innecesarios. Sin embargo, los humanos no somos robots; factores como la imagen que un consumidor desea proyectar pueden influir más en las decisiones de compra que la lógica.

Aunque la «teoría del pintalabios» no sea un indicador económico perfecto, ofrece pistas valiosas sobre las tendencias futuras. Y la situación no parece prometedora, ya que las ventas de pintalabios han comenzado a aumentar, lo que podría ser un indicio de un panorama económico preocupante. Según la consultora NPD Group, en 2022 las ventas de cosméticos en Estados Unidos aumentaron un 15%. En Alemania y Canadá, la industria también creció, con incrementos del 16% y 18% respectivamente en 2023.

Otros índices curiosos

Los indicadores económicos son datos estadísticos que permiten analizar la situación actual de la economía de un país y sirven como base para realizar previsiones futuras.

El índice de la falda

Otro curioso indicador económico es el índice de la falda, introducido por el economista George Taylor en los años 1920. Durante los «felices años veinte», una época de notable prosperidad económica, las faldas de las mujeres eran más cortas que en períodos anteriores. Sin embargo, cuando la Gran Depresión golpeó en la década de 1930, las faldas se alargaron.

Esto llevó a la formulación de una teoría que sugiere que en tiempos de optimismo, las faldas tienden a acortarse debido a que la gente se siente más audaz y segura. Por el contrario, en tiempos de recesión y pesimismo económico, las faldas se alargan porque las personas adoptan un estilo más conservador.

El índice de la pizza

A lo largo de los años, las pizzerías han observado que el consumo de pizza varía según el estado de la economía. En tiempos de crisis económica, es común que las personas trabajen horas extras o tengan más de un empleo para llegar a fin de mes.

Esto las lleva a recurrir más a la comida a domicilio, como la pizza, para la cena. En cambio, durante periodos de prosperidad económica, las personas gastan más en alimentos de mejor calidad y prefieren comer fuera de casa.

El índice Big Mac

Este índice fue creado en 1986 por Pam Woodall, economista del diario The Economist, utilizando un producto disponible en todo el mundo para facilitar la comparación entre el poder adquisitivo de las monedas a nivel internacional.

La teoría detrás de este índice se basa en la paridad del poder adquisitivo (PPA), que sostiene que, a largo plazo, los tipos de cambio entre dos monedas tiene que moverse hacia la tasa que iguala los precios de una misma cesta de bienes y servicios en ambos países. El Big Mac se usa como ejemplo de esta cesta homogénea.

Si el precio de esta hamburguesa es más alto en un país que en otro, significa que la moneda del primer país está sobrevaluada en comparación con la del segundo país, y viceversa. Para calcular el índice, se recopilan los precios del Big Mac en diferentes monedas y se convierten a dólares estadounidenses utilizando el tipo de cambio actual. Luego se compara el precio en dólares del Big Mac en cada país con respecto a Estados Unidos.