¿Cuándo es la mejor temporada de setas y cómo debes recogerlas?
El otoño es la temporada de setas que podemos encontrar en varios puntos de España
Pasos para recoger setas de forma segura
Cuál es la diferencia entre un hongo y una seta
Ni escoba ni aspiradora: el sencillo truco casero para limpiar el polvo en segundos y sin esfuerzo
Ni amoníaco ni vinagre: los expertos usan este truco para quitar el moho negro de las juntas sin esfuerzo
¿Cuándo es la mejor temporada de setas y cómo debes recogerlas? Las setas son un alimento muy apreciado por su sabor, su valor nutricional y su diversidad. Además, recoger setas es una actividad muy entretenida y gratificante que nos permite disfrutar de la naturaleza y sus maravillas. Sin embargo, para hacerlo de forma correcta y segura, hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes, como el momento adecuado, el lugar idóneo, el material necesario y el conocimiento de las especies.
¿Cuándo es la mejor temporada de setas?
Las setas son los cuerpos fructíferos de los hongos, que crecen en el suelo o sobre la materia orgánica en descomposición. Para que se desarrollen, necesitan unas condiciones de humedad y temperatura adecuadas, que varían según la especie. Por eso, no todas las setas salen al mismo tiempo ni en el mismo lugar.
En general, la mejor temporada de setas es el otoño, cuando las lluvias son más frecuentes y las temperaturas no son demasiado altas ni bajas. En concreto, noviembre es sin lugar a dudas el mejor mes para recoger setas. Sin embargo, también hay especies que crecen en primavera, como los perrechicos o las colmenillas, e incluso algunas que pueden aparecer en invierno o verano, si se dan las circunstancias propicias, pero es en otoño cuando los recolectores de setas pueden encontrar algunos de los mejores ejemplares comestibles.
¿Dónde se puede recoger setas?
Las setas pueden crecer en casi cualquier tipo de ecosistema, desde los bosques hasta los pastizales, pasando por los cultivos o los jardines. Sin embargo, cada especie tiene sus preferencias y se asocia a determinados tipos de árboles, plantas o suelos. Por eso, para encontrar setas hay que buscar los lugares más adecuados para cada una.
En España hay una gran variedad de zonas donde recoger setas, gracias a la diversidad de climas y paisajes que ofrece nuestro país. Algunas de las más destacadas son:
- Cataluña: posee una gran tradición micológica y un excelente entorno pirenaico muy apto para la recogida de setas. Entre las especies más abundantes y apreciadas se encuentran los rovellones (Lactarius sanguifluus), los boletus (Boletus edulis), las oronjas (Amanita caesarea) o las trompetas de la muerte (Craterellus cornucopioides).
- Castilla y León: destaca por sus grandes extensiones de pinares y abundantes encinares y robledales, donde se pueden encontrar especies como los níscalos (Lactarius deliciosus), los boletus (Boletus edulis), las amanitas (Amanita caesarea) o las setas de cardo (Pleurotus eryngii).
- Navarra: ofrece una gran diversidad de especies y un excelente entorno natural, como el valle de Ultzama o el parque natural de Urbasa-Andía. Algunas de las setas más comunes y sabrosas son los boletus (Boletus edulis), los rebozuelos (Cantharellus cibarius), las colmenillas (Morchella esculenta) o las angulas de monte (Calocybe gambosa).
- Andalucía: cuenta con zonas muy ricas en setas, sobre todo en las sierras de Cádiz, Málaga, Granada y Huelva. Entre las especies más destacadas se encuentran las amanitas (Amanita caesarea), los níscalos (Lactarius deliciosus), las senderuelas (Marasmius oreades) o las trufas negras (Tuber melanosporum).
- Asturias: aunque no tiene una gran producción en general, sí ofrece una gran variedad de especies y un maravilloso entorno paisajístico. Entre las setas más apreciadas se encuentran las setas de San Jorge (Calocybe gambosa), los boletus (Boletus edulis), las setas de brezo (Leccinum lepidum) o las setas de chopo (Agrocybe aegerita).
¿Qué se necesita para recoger setas?
Para recoger setas de forma correcta y responsable, se necesita llevar algunos utensilios que nos permitan optimizar su conservación y mantenerlas en el mejor estado posible hasta llegar a casa. No debemos olvidar:
- Una navaja: nos servirá para cortar la base de la seta sin dañar el micelio, que es la parte del hongo que queda bajo tierra y que permite que vuelva a salir. También nos ayudará a limpiar la seta de restos de tierra o hierba antes de guardarla.
- Una cesta: nos servirá para almacenar las setas que vamos recogiendo. Lo ideal es que sea de mimbre o de castaño, ya que estos materiales permiten que las setas respiren y que suelten las esporas, favoreciendo así la reproducción de los hongos. No se deben usar bolsas de plástico, ya que provocan que las setas se aplasten, se pudran y pierdan su sabor y aroma.
- Un cepillo: nos servirá para retirar la tierra o el musgo que pueda tener la seta, sobre todo en el sombrero o en las láminas. Debe ser de cerdas suaves para no dañar la carne de la seta. También podemos usar un paño húmedo o un papel de cocina.
- Una guía: nos servirá para identificar las especies de setas que vamos encontrando y distinguir las comestibles de las tóxicas o venenosas. Debe ser una guía actualizada, con fotografías claras y descripciones precisas. También podemos usar una aplicación móvil o una página web especializada.
¿Cómo se deben recoger las setas?
Recoger setas no es solo cogerlas y guardarlas en la cesta. Hay que hacerlo con cuidado, respeto y conocimiento, siguiendo unas pautas básicas que nos aseguren una recolección sostenible y segura. Estas son algunas recomendaciones:
- Respetar la normativa: antes de salir al campo, debemos informarnos sobre las normas que regulan la recolección de setas en cada zona, ya que pueden variar según la comunidad autónoma, la provincia o el municipio. Algunos lugares requieren un permiso especial, una cuota o un límite de cantidad o peso. También debemos respetar las zonas protegidas, los cultivos o las propiedades privadas.
- Identificar las especies: antes de recoger una seta, debemos asegurarnos de que sabemos qué especie es y si es comestible o no. Para ello, podemos usar una guía, una aplicación o consultar a un experto. No debemos fiarnos de los mitos populares, como el color, el olor o la presencia de gusanos. Tampoco debemos mezclar especies diferentes en la misma cesta, ya que podríamos confundirlas o contaminarlas.
- Cortar o girar la seta: hay dos formas de recoger una seta sin dañar el micelio: cortando la base con una navaja o girando el tallo con la mano hasta que se desprenda. No debemos arrancar la seta de un tirón ni escarbar en el suelo, ya que podríamos dañar el hongo y el ecosistema.
- Limpiar la seta: antes de guardar la seta en la cesta, debemos limpiarla con un cepillo, un paño o un papel para quitarle los restos de tierra, hojas o insectos que pueda tener. No debemos lavarla con agua ni pelarla, ya que perdería su sabor y sus propiedades.
- Conservar la seta: una vez en casa, debemos consumir las setas lo antes posible o conservarlas adecuadamente para evitar que se estropeen. Podemos guardarlas en el frigorífico envueltas en papel de periódico o en un recipiente con agujeros durante unos días. También podemos congelarlas previamente escaldadas o deshidratarlas para alargar su vida útil.
Temas:
- setas