La ciencia desvela si es mejor dormir con la puerta abierta o cerrada
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Dormir adecuadamente es crucial para un descanso reparador. Las condiciones ambientales, como la ventilación, juegan un papel fundamental en la calidad del sueño. Ahora, la ciencia ha revelado que el estado de la puerta del dormitorio, abierta o cerrada, puede tener un impacto significativo en la calidad del descanso.
¿Dormir con la puerta abierta o cerrada?
Dormir con la puerta de la habitación abierta puede ofrecer beneficios para la salud, como un sueño más profundo y una mejor oxigenación. Los estudios muestran que en una habitación cerrada, la acumulación de dióxido de carbono debido a la respiración puede alcanzar niveles extremos, hasta 1.500 partes por millón, lo que afecta negativamente la calidad del aire y el descanso.
Un estudio de la Universidad Técnica de Eindhoven señala que abrir la puerta o ventana durante el sueño disminuye la concentración de CO2, promoviendo un descanso más profundo y reduciendo los períodos de vigilia durante la noche. La mejora en la ventilación se relaciona con un incremento en la calidad del sueño y una mayor concentración, sugiriendo que el aire bien oxigenado beneficia el rendimiento cerebral.
Por su parte, investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca concluyeron que dormir en una habitación con altos niveles de CO2 afectaba la capacidad de concentración al día siguiente, evidenciado en pruebas de lógica con mejores resultados tras una ventilación nocturna. Además, estudios han asociado altas concentraciones de CO2 en habitaciones con un aumento del riesgo de fatiga y dolores de cabeza, encontrando una relación entre una adecuada ventilación y la reducción de estos síntomas.
Importancia de la oxigenación al dormir
Un entorno bien ventilado facilita un sueño reparador al propiciar un descenso temporal en la temperatura corporal, lo que favorece el equilibrio del organismo. La falta de oxigenación podría ser la causa subyacente si se experimentan dificultades respiratorias, mareos, alergias o fatiga después de una noche de descanso.
La presencia constante de oxígeno es vital para el correcto funcionamiento del cuerpo humano, especialmente durante el sueño, cuando se llevan a cabo procesos esenciales como la regeneración de tejidos y la consolidación de la memoria.
Una ventilación deficiente en la habitación puede disminuir los niveles de oxígeno en la habitación, afectando la calidad del sueño y la salud en general. Aunque la mayoría de los dormitorios tienen cierta ventilación, se recomienda asegurar un flujo continuo de aire fresco para garantizar un ambiente óptimo para dormir.
Estas consideraciones han llevado a algunas personas a replantearse la práctica de dormir con la puerta cerrada. Para promover una mejor ventilación sin sacrificar la privacidad, muchos optan por mantener las ventanas ligeramente abiertas durante la noche. El objetivo principal es establecer una circulación constante de oxígeno en la habitación.
La cuestión de la seguridad
Más allá de la salud, un informe de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios de Estados Unidos, publicado en 2019, recomienda dormir con la puerta cerrada como una medida de seguridad para sobrevivir a un incendio. El informe destaca que el uso creciente de materiales sintéticos en muebles y estructuras de viviendas ha aumentado la propagación rápida del fuego y la toxicidad del humo. En este sentido, mantener la puerta cerrada podría ser crucial para la supervivencia en caso de incendio en el hogar.
El informe argumenta que cerrar las puertas por la noche puede reducir la propagación rápida del fuego, disminuir la temperatura en la habitación y mantener niveles adecuados de oxígeno en su interior. Con la creciente presencia de materiales sintéticos en los hogares y la interconexión de las habitaciones, el fuego puede expandirse rápidamente. En este contexto, las puertas cerradas actúan como una barrera, frenando el avance del fuego y el humo.