900 años de Urraca I de León: la primera reina de Europa
Se pone en valor la figura de una reina decisiva y, durante siglos, injustamente relegada en los libros de historia
León se prepara para saldar una deuda histórica. En marzo de 2026 se cumplirán 900 años de la muerte de Urraca I de León, Castilla y Galicia, la primera mujer de Europa que accedió al trono por derecho propio, sin esposo ni tutor masculino. Una efeméride de gran calado histórico que el Ayuntamiento de León conmemorará a lo largo de todo el año con un ambicioso programa cultural destinado a recuperar y poner en valor la figura de una reina decisiva y, durante siglos, injustamente relegada en los libros de historia.
Urraca I (c. 1081–1126), hija de Alfonso VI, heredó la potente Corona del Reino de León, Castilla y Galicia en un contexto político extremadamente complejo. Las crónicas medievales, como la Historia Compostelana o los Anales Toledanos, la describen como una soberana firme, obligada a ejercer el poder en medio de guerras nobiliarias, tensiones con la Iglesia y conflictos familiares. Pese a ello, gobernó durante diecisiete años sin que su reino se fragmentara, un logro que los medievalistas consideran excepcional para la época.
Según recogen los manuales de historia medieval y estudios de referencia como los de Bernard F. Reilly o Georges Duby, Urraca fue la primera mujer en Europa occidental que reinó con plena autoridad soberana. Se intituló reina y emperatriz, acuñó moneda y ejerció el patronazgo artístico y religioso, demostrando que su poder no fue simbólico, sino efectivo.
Un programa para hacer justicia histórica
El alcalde José Antonio Diez ha subrayado que esta conmemoración busca «hacer justicia con una figura fundamental que ha quedado opacada por los historiadores y los libros de texto», del mismo modo que ha ocurrido con buena parte de la historia del Reino de León, más de 300 años de historia y 23 reyes de España. El primer acto tendrá lugar el próximo 2 de enero de 2026, con un homenaje póstumo en el Panteón Real de la Basílica de San Isidoro, donde reposan los restos de los monarcas leoneses. Es decir, lugar anterior -casi 500 años- antes de que Felipe II en El Escorial, ubicara a los restos de reyes de igual forma.
Entre las actividades más destacadas figura la exposición Reina ella. Urraca I de León, que se celebrará en el Museo de León entre el 6 de marzo y el 7 de junio de 2026. La muestra reunirá unas 60 piezas vinculadas a la reina, procedentes de más de veinte museos e instituciones nacionales e internacionales, entre ellos el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Art Institute of Chicago, el Victoria and Albert Museum de Londres o el Louvre de París.
Marfiles leoneses del siglo XII, manuscritos, piezas de orfebrería y el relicario de plata de la reina conservado en Chicago permitirán reconstruir el contexto político, artístico y espiritual de su reinado. Tal y como señalan los historiadores del arte, el patrocinio cultural de Urraca I fue clave en la consolidación del románico leonés y en la proyección europea de su corte.
León, centro del debate histórico internacional
El programa se completará en mayo con un congreso internacional que reunirá en León a especialistas en historia medieval, arte y estudios de género. El encuentro abordará la figura de Urraca I desde una perspectiva rigurosa, analizando su reinado y los complejos contextos geopolíticos en los que ejerció su soberanía, así como las redes políticas y culturales que tejió en la Europa medieval.
Por su parte, el consejero Luis Miguel González Gago ha destacado que la Junta de Castilla y León respalda estas iniciativas con el objetivo de «acercar la historia a la ciudadanía» y reivindicar figuras como la de Urraca I, «una mujer excepcional que luchó por ejercer el poder en un tiempo marcado por profundos conflictos políticos y sociales».
Nueve siglos después de su muerte, León se dispone a devolver a Urraca I el lugar que le corresponde en la historia: el de una reina que gobernó, decidió y dejó una huella imborrable en la construcción política y cultural de la Europa medieval.
Apunte histórico
Urraca Alfónsez (1081 – 1126) es la primera reina de pleno derecho en la historia de España y de Europa. Hija de Alfonso VI y de Constanza de Borgoña, rige durante diecisiete años el destino del potente Reino de León, a pesar de las incontables trabas que la vida pone en su camino. Ejemplo de fortaleza, tenacidad, resiliencia y coraje, esta soberana pionera sufre con despiadada crudeza la misoginia de los cronistas de su tiempo, que la harán pasar a la posteridad con el sobrenombre de La Temeraria.
En ausencia de hermanos varones, Urraca es educada desde niña para gobernar, en un territorio tributario del matriarcado astur que, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de la Europa medieval, no impide a las mujeres ejercer la potestad real. Apenas alcanzada la pubertad, en 1093, es desposada con el conde Raimundo de Borgoña, mucho mayor que ella, con quien concibe dos hijos legítimos, Sancha y Alfonso, llamado a ser su sucesor. Antes de fallecer su padre y ya viuda, le impone a su hija una «bodas malditas» con Alfonso de Aragón «El batallador».
Alfonso de Aragón se casa con el único propósito de robarle el reino a su mujer, a la que maltrata físicamente y ataca con sus ejércitos. Ella deberá enfrentarse a él en el campo de batalla en aras de defender su legado, a la vez que lucha contra los tutores de su hijo, empeñados en obligarla a abdicar en favor del príncipe: pero siempre conquista su poder.
Urraca muere un 8 de marzo de 1126 en el castillo de Saldaña, a los 46 años, en el parto de su quinto hijo, concebido con su amante, Pedro González de Lara. Tras casi dos décadas de lucha constante, entrega a su heredero, Alfonso, un Reino de León unido y uno de los más fuertes de Europa, cuyo territorio ha logrado mantener intacto.
Urraca fue reina, y no reina consorte, una de las pocas mujeres que, a lo largo de la historia de España, ejerció la plenitud del poder real. Su actuación política fue juzgada por los clérigos contemporáneos y transmitida luego como tópico historiográfico, más por su condición de mujer que por el acierto o los errores de las decisiones tomadas.