Comunidad Valenciana
TRIBUNALES

La defensa de la víctima alude a un nuevo delito contra su integridad en su recurso del ‘caso Oltra’

Sostiene que la menor sufrió una "revictimización de tal magnitud" que puede considerarse un "trato degradante y humillante"

La defensa de la menor revela que la niña tuvo que "vivir y narrar la agresión sexual hasta en ocho ocasiones"

El recurso de apelación presentado por la defensa de la menor abusada sexualmente por el ex marido de Mónica Oltra frente al archivo provisional de las diligencias contra la ex vicepresidenta del Gobierno valenciano y otros 15 imputados, expone que la recurrente, en este caso la propia joven, sumaría un cuarto supuesto delito a los tres que en su día imputó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. En concreto un presunto «delito contra la integridad moral». Porque, según explica también en ese recurso de apelación la defensa de la menor abusada por el ex marido de Mónica Oltra: «La menor sufrió una revictimización de tal magnitud que bien puede considerarse un trato degradante y humillante».

Además, en el recurso de apelación presentado por la defensa de la menor para que sea resuelto por la Audiencia Provincial de Valencia se recuerda, también, que el auto de imputación de Mónica Oltra de la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) de fecha de 16 de junio de 2022 «añadía un posible delito de encubrimiento del artículo 451 del CP», código penal, «en caso de que se confirmase por el Tribunal Supremo la sentencia condenatoria de Icardi, como así ocurrido».

El caso Oltra es el que investigó el Juzgado de Instrucción 15 de Valencia para saber si cargos y/o personal de la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas, que dirigía Mónica Oltra, la que fue vicepresidenta primera del Gobierno del socialista Ximo Puig, supuestamente ocultaron las denuncias de la menor de los abusos sexuales a que era sometida por el entonces marido de la citada Mónica Oltra en un centro de menores tutelado por la Generalitat Valenciana, donde el ex marido de la vicepresidenta era educador.

El juez dio por concluida la investigación este mes de abril a través de un auto de fecha 2 de abril de 2024. Ese auto decretaba el sobreseimiento provisional de las actuaciones y, por tanto, retiraba las imputaciones sobre Mónica Oltra y los otros 15 imputados.

El jueves, 4 de abril, la defensa de la menor abusada por el ex marido de Mónica Oltra presentó su recurso de apelación contra ese archivo provisional: el primero de las tres acusaciones en llegar a las instancias judiciales.

Ese recurso de apelación, al que ha tenido acceso OKDIARIO, incluye en su página 7 una cuestión importante, se refiere a la tipificación delictiva y sostiene que sobre esta cuestión «hay que remitirse nuevamente al informe de la Fiscal Superior de la Comunidad Valenciana, en el que consideró que los hechos podrían ser constitutivos de delito de prevaricación del art. 404 CP. Delito de abandono de menores del art. 226.1 CP. Y delito de omisión del deber de perseguir delitos art. 406 CP».

A los que, recuerda que el auto de 16 de junio de 2022 de la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJCV «añadía un posible delito de encubrimiento del art. 451 CP en caso de que se confirmase por el tribunal Supremo la sentencia condenatoria a Icardi, como así ha ocurrido».

Así alude la defensa a un presunto delito contra la integridad moral de la víctima

La defensa de la víctima sostiene en ese mismo escrito que a esos delitos, «esta parte sumaría la posible concurrencia de un delito contra la integridad moral de los arts. 173 y 175 del CP», el Código Penal». Según esa misma defensa: «La menor sufrió una revictimización de tal magnitud que bien puede considerarse un trato degradante y humillante».

Las causas que a juicio de la defensa de la menor sostienen ese presunto delito son: «Considerando globalmente cuantas acciones se sucedieron sobre ella es difícil llegar a otra conclusión: no se le escucha ni atiende cuando se queja de haber sido abusada; se le mantiene bajo el mismo techo que el agresor; se le somete a una declaración inquisitiva ante una funcionaria primero y ante la psicóloga de Espill después; se le califica en todos los informes de mentirosa, manipuladora, agresiva, etc; se protege más la intimidad del abusador que la suya propia; se retiene durante dos años el envío de información reservada a la Audiencia Provincial, a la que se le remite justo el día antes de ser notificada la primera sentencia condenatoria; se le traslada esposada al juicio, no se le proporciona asistencia jurídica por la Abogacía de la Generalitat ni tratamiento psicológico como víctima».

Pero, además, agrega la defensa de la víctima en ese mismo recurso que «como consecuencia de todo ello la niña tuvo que narrar y revivir la agresión sexual hasta en ocho ocasiones: a la trabajadora social (…), al psicólogo del Faro (…), a los policías del Grume, a la fiscal de menores, a la funcionaria (…), a la psicóloga de Espill, a la psicóloga forense y a la Sala de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial». Por lo que la defensa de la menor inisiste en que «es difícil encontrar un caso más claro de revictimización».