La sonda Parker, la misión de la NASA que nos acerca más al Sol
El ser humano está cada día más cerca de las estrellas, pero nunca había alcanzado tal cercanía hacia el astro que nos da la vida. Con la sonda Parker, la NASA se ha embarcado en uno de los proyectos más ambiciosos de su historia, pues nunca una nave fabricada en la Tierra se había acercado tanto a esta enorme bola de fuego nuclear.
Sin duda, los logros que está alcanzando la humanidad en los últimos tiempos son sorprendentes, algo que hace pocos años solo éramos capaces de soñar en nuestra imaginación más fantasiosa. Parker viene a corroborar el gran nivel de la ciencia terrestre.
No obstante, el viaje que tiene por delante todavía la sonda Parker es bastante largo. Lanzada hace pocos días, tardará todavía 7 años en alcanzar su distancia mínima al Sol, que está prevista para el año 2025.
Los objetivos de la sonda Parker
Pero, ¿qué se pretende lograr con el lanzamiento de la Parker? Sin duda, responderá cuestiones que nos han intrigado durante décadas, milenios incluso. Aun así, una de ellas es especialmente misteriosa, ¿por qué la atmósfera solar, llamada corona, es más cálida que su propia superficie?
Y es que, por lo que sabemos hasta ahora, la atmósfera solar de nuestro astro rey es una región muy violenta y caótica. Por lo que ya se ha conocido, es capaz de generar enormes explosiones de plasma y partículas, provocando incluso la interrupción de todo cuanto es tecnológico en la Tierra.
La comunidad científica afirma que el secreto debe estar en la corona solar. Sin embargo, la temperatura elevadísima de las cercanías del Sol hacía hasta hoy casi imposible acercarse lo suficiente para estudiar este misterio.
Por eso, esta misión de la NASA que homenajea a Eugene Parker, el científico que descubrió y teorizó la realidad del viento solar, será la primera en desentrañar los misterios de este lugar violento y agresivo de nuestro Sol.
Antes de alcanzar el Sol, la sonda realizará 26 órbitas previas tratando de impedir que se derrita por el calor infernal al que serán sometidos sus elementos. Luego, llegará a volar en la propia atmósfera solar, logrando un hito histórico para la ciencia humana.
La sonda Parker va a usar la gravedad de Venus para cambiar su órbita y alcanzar el Sol a una velocidad de 700.000 kilómetros por hora, siendo la más veloz de cuantas hemos enviado al espacio. Sin duda, un récord verdaderamente sorprendente y al alcance de la imaginación únicamente hasta hace pocos años.