Tormentas

¿Cómo fue la gran tormenta solar de 1582?

La gran tormenta solar de 1582 fue un evento extraordinario que sorprendió a la humanidad con su intensidad y sus efectos en la Tierra.

¿Cuándo será la próxima tormenta solar?

Una tormenta geomagnética ha pasado por la tierra

Tormentas solares, qué son y cómo se producen

El sol en tormenta
Tormenta solar.
Francisco María
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En el año 1582 la humanidad se salvó de una catástrofe debido a su bajo grado de desarrollo tecnológico. Ocurrió un evento natural de gran magnitud: una tormenta solar. En aquella época, este evento no pasó de causar gran asombro y curiosidad entre los testigos.

Los registros de 1582 reportan la aparición de una brillante luz roja en el cielo, visible durante varios días, tanto de día como de noche. Los habitantes de las regiones septentrionales lo compararon con las auroras boreales, aunque eran más intensas. También se observó en áreas del sur donde tales fenómenos eran extremadamente raros.

La gran tormenta solar de 1582

Científicos de la Universidad de Cornell descubrieron observaciones de testigos que describieron una “exhibición de fuego rojo en el cielo” que duró tres días. Un testigo mencionó “espantosos y terribles rayos de fuego” que aparecieron sobre un castillo.Tormenta solar

Uno de los testimonios más llamativos proviene de un manuscrito escrito por Pero Ruiz Soares, un testigo ocular en Lisboa y autor de una crónica portuguesa del siglo XVI. La traducción de su escrito dice: “… en marzo de 1582, a las 8 p. m. del martes [6 de marzo], algo comenzó en la franja norte del cielo”.

Soares relata que el cielo parecía arder en llamas y que grandes rayos de fuego se elevaron sobre el castillo, causando temor entre los observadores.

¿Por qué ocurrió?

Las tormentas solares son ráfagas de partículas altamente cargadas que pueden causar daños significativos en la Tierra, como fallos en la red eléctrica. Un ejemplo notable es el evento Carrington de 1859, que se considera el evento meteorológico espacial más extremo registrado.

Los testigos de la tormenta de 1859 describen que había chispas explotando desde torres de alta tensión en los Estados Unidos. Así mismo, varios operadores de telégrafos que sufrieron descargas eléctricas graves.

Cada 11 años, el Sol experimenta ciclos solares que culminan en un incremento significativo de la actividad solar. Estos ciclos están marcados por erupciones solares. Estas son poderosas explosiones en la superficie del Sol conocidas como eyecciones de masa coronal.

Las eyecciones solares liberan radiación electromagnética, la cual normalmente es bloqueada por la atmósfera terrestre. Sin embargo, las eyecciones más potentes pueden penetrar la atmósfera y causar impactos visibles como las auroras boreales, incluso en latitudes no polares.

Efectos de la tormenta solarEl sol

Uno de los aspectos más impactantes de la tormenta solar de 1582 fue su efecto en la ionosfera terrestre. La radiación solar ionizó las capas superiores de la atmósfera, lo que provocó la aparición de intensas auroras boreales en latitudes inusuales. Estas auroras se pudieron observar incluso en regiones cercanas al ecuador, algo que sorprendió a la población y generó todo tipo de especulaciones y teorías sobre su origen.

Además de las auroras boreales, este evento meteorológico también tuvo efectos en las comunicaciones terrestres. En aquella época, las comunicaciones se realizaban principalmente a través de señales de humo, mensajeros a caballo y cartas escritas a mano. Sin embargo, la intensa radiación solar afectó la propagación de las señales y causó interferencias en las comunicaciones, lo que dificultó la transmisión de mensajes entre las distintas regiones.

Otro efecto importante fue su impacto en la salud de la población. La radiación solar aumentó la incidencia de quemaduras solares y problemas oculares en aquellas personas que estuvieron expuestas durante largos períodos de tiempo a la luz solar. Además, se registraron casos de mareos, náuseas y malestar general debido a la intensa actividad solar.

A pesar de los efectos negativos, la tormenta solar de 1582 también dejó un legado positivo en la historia de la ciencia. En realidad sirvió para que los astrónomos de la época comenzaran a comprender mejor la influencia del Sol en la Tierra y a desarrollar teorías sobre el origen de las auroras boreales. Además, la observación de esta tormenta solar permitió a los científicos recopilar datos valiosos que contribuyeron al avance de la astronomía en los siglos posteriores.

Otras tormentas solares históricas

Durante los años 774 y 775, bajo el reinado de Carlomagno, se registró una eyección de masa coronal diez veces más potente que la de 1859. Este evento dejó huellas en los registros de carbono 14 en los anillos de los árboles.

En el siglo XX, en 1989, una tormenta menos intensa dejó sin electricidad a la ciudad de Quebec durante nueve horas. Más adelante, en 1998, otra tormenta afectó un satélite, provocando la inutilización de miles de cajeros automáticos en Estados Unidos.

Además, el 23 de julio de 2012, la Tierra estuvo a punto de sufrir el impacto directo de otra poderosa llamarada solar. Esto puso de relieve la vulnerabilidad de nuestras tecnologías modernas ante eventos espaciales extremos.

Tormenta solar en 2024

En mayo de 2024 se produjo otra poderosa tormenta solar que provocó auroras boreales visibles en lugares inusuales como México y España. Esta tormenta fue catalogada como extrema (G5) por el Centro de Predicciones de Clima Espacial (SWPC), siendo la primera de esta magnitud desde 2003.

Esta tormenta afectó a las comunicaciones por radio y sistemas GPS globalmente. También produjo una degradación temporal en la red de satélites Starlink. Los operadores de redes eléctricas tomaron precauciones e incluso se desconectó el sistema en Nueva Zelanda para evitar daños graves.

Los científicos advierten que el ciclo solar 25 está cerca de su punto máximo. Esto podría traer tormentas aún más intensas en los próximos meses. Las sondas solares Orbiter y Parker están recopilando datos que podrían ofrecer más información sobre la actividad solar actual.

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