Ciencia

Los científicos no pueden explicarlo: descubren que el tiempo puede retroceder y no entienden nada

Tiempo
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La fascinación por los viajes en el tiempo se remonta a siglos atrás. Sin embargo, a pesar de que los avances científicos en el campo de la física y la cosmología han abierto nuevas puertas, la idea de viajar en el tiempo sigue siendo una utopía. Pero, recientemente, un descubrimiento realizado por científicos de la Universidad de Toronto ha desafiado nuestra comprensión convencional del tiempo, revelando lo que se conoce como «tiempo negativo».  Este fenómeno, hasta ahora considerado una mera curiosidad teórica, podría cambiar nuestra percepción sobre las leyes fundamentales de la física.

El estudio, dirigido por Aephraim Steinberg y Daniela Angulo, se llevó a cabo a través de una serie experimentos complejos con fotones, las partículas elementales de luz. En un laboratorio lleno de láseres, espejos y cables, los científicos investigaron cómo la luz interactúa con los átomos y midieron el comportamiento de los fotones al pasar a través de diferentes materiales. El resultado sorprendió a los investigadores: en ciertos casos, los fotones no sólo cambiaban de dirección, sino que la temporalidad de su interacción con los átomos parecía invertirse, como si el tiempo estuviera «retrocediendo».

‘Tiempo negativo’

En términos sencillos, el «tiempo negativo» implica que un proceso no sigue la dirección habitual del tiempo: en lugar de ir hacia adelante, como estamos acostumbrados, el proceso parece retroceder. Este fenómeno se observó cuando los fotones pasaban a través de materiales específicos y su interacción con los átomos mostraba un comportamiento que desafiaba las expectativas tradicionales. En lugar de simplemente ser absorbidos y emitidos por los átomos, como ocurre en circunstancias normales, los fotones parecían «interrumpir» el tiempo de una manera que sugería una inversión temporal.

Steinberg y Angulo utilizaron un enfoque meticuloso al diseñar su experimento, midiendo con precisión los tiempos en los que los fotones interactuaban con los átomos y cambiaban de estado. En algunas situaciones, los fotones parecían viajar más rápido que la luz y, además, su comportamiento mostraba señales de un «retroceso temporal». Este hallazgo ha causado un gran revuelo en el mundo científico, pues podría tener implicaciones más profundas para la comprensión de la física cuántica y la naturaleza misma del tiempo.

Aunque los resultados del estudio son sólidos, no han estado exentos de controversia. Uno de los principales escépticos es Sabine Hossenfelder, una reconocida física que ha expresado su desacuerdo con la interpretación de los hallazgos. Hossenfelder considera que el concepto de «tiempo negativo» es erróneo y confuso, ya que, según su opinión, se refiere más a un cambio en la fase de los fotones en lugar de una verdadera inversión temporal. Según ella, lo que realmente ocurre es un fenómeno relacionado con la trayectoria del fotón, no con una alteración del tiempo mismo.

A pesar de las críticas, Steinberg y Angulo defienden con firmeza sus resultados. En una declaración, afirmaron que los datos obtenidos hablan por sí mismos y que, aunque están dispuestos a considerar otras interpretaciones, están convencidos de que han observado algo verdaderamente novedoso. Los investigadores también reconocieron que este es sólo el primer paso en una línea de investigación que promete desvelar aspectos desconocidos de la mecánica cuántica.

Implicaciones para la ciencia

Si se confirma que el «tiempo negativo» es un fenómeno real, podría tener aplicaciones significativas en ámbitos avanzados de la tecnología, como la computación cuántica y las telecomunicaciones. La computación cuántica, que aprovecha las propiedades cuánticas de las partículas subatómicas para realizar cálculos mucho más rápidos y eficientes que las computadoras clásicas, podría beneficiarse enormemente de una mayor comprensión del tiempo y cómo manipularlo a nivel cuántico.

El «tiempo negativo» es un concepto que, por su naturaleza, desafía la intuición humana. El tiempo, tal como lo entendemos en nuestra experiencia diaria, parece moverse de manera lineal, siempre hacia adelante. Sin embargo, la física cuántica es famosa por desafiar nuestras nociones convencionales, mostrándonos un mundo en el que las partículas pueden estar en múltiples estados a la vez y los eventos pueden suceder de maneras que parecen contradecir las leyes de la física clásica.

Este descubrimiento también plantea preguntas filosóficas y ontológicas acerca e la naturaleza del tiempo. Si el tiempo se puede comportar de maneras tan extrañas a nivel cuántico, ¿significa esto que nuestra percepción del tiempo en el mundo macroscópico, a escala humana, está incompleta? ¿Podemos algún día llegar a manipular el tiempo de una manera más tangible, o incluso dominar su flujo?

Aunque estas preguntas están lejos de ser respondidas, los investigadores como Steinberg y Angulo abren una ventana hacia un nuevo paradigma de pensamiento que podría redefinir nuestra comprensión del universo. Mientras tanto, el mundo de la ciencia continúa observando de cerca estos avances. Si los experimentos futuros confirman la existencia del «tiempo negativo» en otras condiciones y con más precisión, podríamos afirmar que el tiempo, tal como lo conocemos, podría ser mucho más flexible y extraño de lo que jamás imaginamos.

Lo último en Ciencia

Últimas noticias