Ciencia
Medioambiente

Los científicos claman por el impacto de las cremas solares en el mar, y ya planean usar drones para detectarlo

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Sabemos que tener cuidado en la playa es fundamental, sobre todo para cuidar la piel de los bebés. Sin embargo, también debemos ser conscientes de cómo afectan las cremas solares al mar.

Por ello los científicos han advertido que los filtros ultravioleta (UV), los responsables de protegernos del sol, están dañando gravemente ecosistemas marinos como los arrecifes de coral. El problema es que en Europa todavía no se reconoce a las cremas solares como contaminantes.

La buena noticia es que, según ha informado la Agencia SINC, los investigadores del CSIC han unido fuerzas para desarrollar nuevas herramientas que permitan medir y reducir su impacto. Usan desde laboratorios especializados hasta drones.

Las cremas solares: un contaminante del mar sin apenas legislación

La Agencia SINC ha informado de que la ciencia ya ha demostrado los efectos perjudiciales de los filtros ultravioleta, pero estos compuestos siguen considerándose «contaminantes emergentes».

Es decir, su detección en el ambiente es reciente, y los sistemas de depuración de aguas no disponen aún de la tecnología necesaria para filtrarlos.

La ecotoxicóloga Araceli Rodríguez Romero, del ICMAN-CSIC, lo ha explicado: «Por el momento, no existe una crema solar totalmente inocua o biodegradable porque no se puede prescindir de los filtros UV en su formulación».

Por si fuera poco, paliar sus efectos también es complicado: «La matriz compleja de ingredientes dificulta identificar con exactitud los que son responsables del impacto ambiental. Aun así, creo que podemos reducirlo significativamente y, al mismo tiempo, seguir garantizando una protección eficaz de la piel».

Los científicos desarrollan un sistema de drones para proteger los océanos de las cremas solares

El grupo de Oceanografía de Ecosistemas del ICMAN-CSIC ha dado un paso más mediante el uso de drones para detectar la presencia de cremas solares en las aguas costeras.

«Primero comprobamos en laboratorio que este sensor era capaz de detectar diferentes concentraciones de crema gracias a los filtros UV de su composición», ha explicado el investigador Gabriel Navarro.

«Después, en las pruebas que hemos hecho este verano con el prototipo en las playas de la Caleta y Camposoto (Cádiz), hemos calibrado las mediciones desde el dron con muestras de agua tomadas in situ y vemos que también ha funcionado», ha continuado.

Todo esto forma parte del proyecto TurisDron, que busca crear un índice de calidad ambiental de las playas basado en datos de teledetección.

El investigador principal, Antonio Tovar Sánchez, ha indicado que el objetivo es que «los gestores ambientales de los ayuntamientos sepan si una playa ha rebasado un límite que requiera tomar medidas», y que el índice funcionará como «un semáforo indicador de la calidad de las aguas».

Tovar, también director del ICMAN-CSIC, ha recordado que el centro apuesta por el enfoque One Ocean, One Health,. Es decir, estudian de manera individual algunos aspectos, para luego integrarlos en el conjunto del océano.

Respecto al uso de tecnología para proteger al medioambiente su conclusión es clara: «Los drones nos han permitido expandir la aplicación de nuestras tecnologías, que nos permitirán conocer cuánto contaminamos y cuál es la salud de nuestros ecosistemas».