Cataluña
Independentismo en Cataluña

Los separatistas rabian porque los refugiados ucranianos quieren aprender español en Cataluña

Las turbas separatistas rabian porque los refugiados ucranianos llegados a Cataluña, alrededor de 16.000, estén recibiendo clases de español a su llegada a la comunidad autónoma, en lugar de catalán.

Un esclarecedor ejemplo de la ira de los independentistas porque las personas ucranianas que están huyendo de la invasión rusa de su país reciban clases de español en Cataluña se ha dado en el Ayuntamiento de Palamós, un pueblo de Gerona.

Ahí el Consistorio, donde gobierna ERC, ha organizado clases de castellano para la integración de las personas ucranianas refugiadas, unas clases que dan de forma voluntaria ucranianos residentes el municipio y que el propio Ayuntamiento aireó orgulloso en sus redes sociales.

Sin embargo, la cólera de los independentistas más radicales se ha cebado con esta administración por ofertar clases de español en lugar de en catalán, por lo que se ha visto obligada a salir a excusarse.

Así, el Ayuntamiento indicó en sus redes sociales que se trata de «una situación de emergencia» en la que de forma «excepcional» se dan las clases en castellano «porque no se sabe cuál será el destino que tendrán estas personas en España».

«Ya está previsto que todas aquellas personas que finalmente se queden en Palamós, puedan recibir clases de catalán, dentro de la formación que ofrece la Escuela Municipal de Adultos de Palamós a todas las personas inmigrantes residentes en el municipio», agregó.

Además, sentenció que el catalán «seguirá siendo requisito necesario para los procesos definitivos de inmigración».

Unas críticas a las que se sumó Josep Lluís Alay, jefe de Oficina del expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont, que tildó de «vergüenza» estas clases. En la misma línea se expresó el pasado mes de septiembre sobre el hecho de que los refugiados afganos huidos tras la llegada al poder de los talibanes tuvieran que aprender español durante 6 meses para conseguir asilo en España. «Qué pena todo», afirmó.

Además, el Ayuntamiento asegura que la realización de clases de castellano «es una de las principales demandas que realizan las personas que llegan al municipio huyendo de la guerra de Ucrania, y que son atendidas en el Servicio Municipal de Ciudadanía e Inmigración».