Cataluña
Coches y emisiones

Adiós a los coches con etiqueta B en Barcelona: vehículos y las zonas por las que no podrán circular

Ya se han implementado las conocidas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE)

El distintivo ambiental B se otorga por por la Dirección General de Tráfico (DGT),

Para muchos conductores, este cambio implica replantearse la movilidad diaria

Barcelona lleva años a la vanguardia en políticas medioambientales, especialmente en lo que respecta a la reducción de la contaminación atmosférica causada por el tráfico rodado. En esta línea, se han implementado las conocidas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), un espacio en el que los vehículos más contaminantes no pueden circular en determinados horarios. La medida ha generado debate, pero también ha mostrado resultados positivos en la calidad del aire. Ahora, la atención se centra en los coches con etiqueta B, que pronto tendrán nuevas restricciones de acceso en algunos puntos clave de la ciudad.

El distintivo ambiental B, otorgado por la Dirección General de Tráfico (DGT), engloba a vehículos de gasolina matriculados a partir del año 2000 y diésel posteriores a 2006, que si bien cumplen algunas normativas de emisiones, no son considerados tan limpios como los que poseen etiquetas C, ECO o Cero. Las autoridades han señalado que, a medio plazo, este grupo dejará de poder circular en zonas de Barcelona donde la contaminación es más acusada. Esta decisión responde a compromisos europeos de reducción de emisiones y a la urgencia de mejorar la salud pública en grandes urbes. Barcelona se encuentra en un punto de inflexión en su política de movilidad. La restricción a los coches con etiqueta B marca un paso más hacia un modelo de ciudad menos dependiente del automóvil privado y más respetuoso con la salud y el medio ambiente.

Qué pasará con los coches con etiqueta B en Barcelona

La etiqueta B es uno de los distintivos ambientales más controvertidos, ya que clasifica a vehículos que no son los más contaminantes, pero tampoco los más eficientes. En la práctica, permite circular en la mayoría de las vías, pero cada vez con más restricciones en grandes ciudades. En Barcelona, su uso estará limitado principalmente en la ZBE Rondes, que comprende la mayoría del término municipal, excepto algunos barrios de la periferia.

Para muchos conductores, este cambio implica replantearse la movilidad diaria, ya que los vehículos con etiqueta B son comunes entre familias trabajadoras que todavía no han podido renovar su coche. De hecho, según datos de la DGT, un porcentaje importante del parque automovilístico español todavía pertenece a esta categoría.

Zonas de bajas emisiones en Barcelona

La ZBE de Barcelona entró en vigor en 2020 y se considera una de las más amplias de Europa. Abarca 95 kilómetros cuadrados, incluyendo gran parte del municipio y de L’Hospitalet de Llobregat, así como áreas de Sant Adrià del Besòs, Esplugues y Cornellà de Llobregat. En este espacio, los vehículos más contaminantes —los que no tienen etiqueta ambiental— ya no pueden circular en días laborables de 7:00 a 20:00 horas.

El siguiente paso en la estrategia medioambiental de la ciudad es limitar también a los coches con etiqueta B, que en un futuro próximo solo podrán acceder en determinadas circunstancias, como si se dirigen a un taller mecánico, tienen un permiso especial o cuentan con autorizaciones temporales.

Impacto en los coches con etiqueta B en Barcelona

Las nuevas restricciones afectan de lleno a un perfil muy amplio de usuarios: conductores con coches relativamente antiguos, pero todavía en funcionamiento. Esto genera preocupación entre quienes dependen del coche para trabajar, llevar a sus hijos al colegio o desplazarse a áreas mal comunicadas por transporte público.

El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha ayudas para fomentar la renovación del parque automovilístico y el uso de alternativas sostenibles, como bicicletas, transporte público y vehículos compartidos. Sin embargo, las asociaciones de conductores consideran que las ayudas son insuficientes y que las familias de rentas medias y bajas serán las más perjudicadas por este tema.

El objetivo: mejorar la calidad del aire

El trasfondo de las medidas de que no circulen coches con etiqueta B en Barcelona no es otro que reducir los niveles de contaminación en la ciudad. Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA), la contaminación atmosférica es la causa de más de 20.000 muertes prematuras cada año en España, principalmente asociadas a partículas en suspensión y dióxido de nitrógeno, emisiones directamente ligadas al tráfico rodado.

Barcelona, debido a su densidad urbana y a la concentración de vehículos, es uno de los puntos negros en calidad del aire en Europa. Con las restricciones, se espera reducir significativamente los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), cumpliendo así con los límites fijados por la Unión Europea.

Alternativas para los usuarios

La limitación de los coches con etiqueta B obligará a buscar soluciones prácticas para los desplazamientos diarios. Entre las alternativas que se plantean están:

Este cambio no será sencillo, pero responde a una necesidad de transformación en la forma de moverse por las grandes urbes.