Vulvovaginitis en niñas: Cómo reconocer y cómo prevenir
La picazón, el enrojecimiento y, a veces, las pérdidas son signos frecuentes de la vulvovaginitis en niñas.
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Las infecciones vaginales o vulvoganitis pueden ocurrir especialmente cuando las niñas comienzan a ir a la guardería o a la escuela. Para prevenirlas, las normas de higiene son muy importantes; si aparecen las molestias, se debe seguir la terapia local durante algunos días. Tratemos de entender más al respecto ya que os vamos a explicar cómo puedes reconocer la vulvovaginitis en las niñas, cómo actuar y también, cómo podemos prevenirla.
Vulvovaginitis en niñas: Cómo reconocer
Durante la edad pediátrica es fácil que las niñas contraigan infecciones vaginales: en la mayoría de los casos se trata de micosis o trastornos causados por estreptococos. Es importante intervenir de inmediato, tan pronto como la niña se queje de ardor o picazón. Otra forma de reconocer de inmediato cualquier infección es verificar si la niña tiene enrojecimiento en los genitales externos o pérdidas.
En estos casos es recomendable contactar con el pediatra de confianza: los tratamientos generalmente consisten en terapias sistémicas , utilizando soluciones orales pediátricas. La prescripción se realiza tras pruebas dirigidas, como análisis de orina o cultivo de secreciones vaginales (hisopo).
En el caso de la presencia de estreptococos puede ser necesario recurrir a un antibiótico , siempre bajo estricto control médico. Si la infección ataca a la niña a una edad temprana, no significa que deba reaparecer o volverse recurrente incluso en la edad adulta: abordar el problema de inmediato, con las terapias adecuadas, permite evitar la aparición de eventuales recaídas .
Vulvovaginitis en niñas: como prevenir
La prevención sigue siendo el arma ganadora incluso cuando se ven afectadas las infecciones vaginales más pequeñas: como en el caso de los adultos, es bueno ante todo seguir las normas de higiene diaria adecuada y prestar mucha atención a las zonas más delicadas como los genitales.
Además, a las niñas se les debe enseñar de inmediato la forma correcta de higienizarse y lavarse las zonas íntimas , para que puedan evitar un posible paso de gérmenes, como la Escherichia coli que es el germen intestinal más común. Desde que comienzan a ir al baño cuando dejan el pañal, debemos enseñar a nuestra hija que debe limpiarse siempre de delante hacia atrás y nunca a la inversa.
Es bueno prestar mucha atención en entornos de mayor riesgo , como gimnasios o piscinas: al mismo tiempo, la atención debe mantenerse alta incluso en entornos familiares, sin olvidar nunca las principales normas de higiene, como evitar el uso mixto de toallas. O evitar tocarse las partes íntimas con las manos sucias.