¿Qué significa la lengua blanca en los niños?

• Blanca Espada @blank7133
• Redactora de contenidos en OkDiario. Escribiendo para blogs y empresas de contenidos digitales desde 2007.
• • 28/03/2024 12:00
  • Actualizado: 28/03/2024 12:00

La lengua es una parte del cuerpo que refleja el estado de salud general de las personas. Su color, textura y forma pueden indicar la presencia de alguna alteración o enfermedad que puede afectar tanto a adultos como a niños. Una de las condiciones más comunes que se observa en la lengua es la aparición de una capa blanquecina que cubre parte o toda su superficie. Una capa que puede preocupar a los padres, especialmente cuando son primerizos. Descubramos más sobre la lengua blanca en los niños, qué significa y cómo se debe tratar.

La capa blanca que vemos muchas veces en las lenguas de los niños pequeños, se llama saburra y está formada por restos de alimentos, bacterias y células muertas que se acumulan en la lengua. El que se produzca esta capa en el caso de los los niños puede tener diversas causas y consecuencias, por lo que es importante conocerlas y tratarlas adecuadamente.

Causas de la lengua blanca en los niños

La lengua blanca en los niños puede deberse a varios factores, entre los que se encuentran:

• Una deficiente higiene bucal. Es fundamental limpiar la lengua todos los días con un cepillo o un limpiador lingual, para eliminar los restos de comida y bacterias que se adhieren a ella. Si no se hace, se favorece la formación de saburra y el mal aliento.
• Una infección por hongos. Algunos hongos, como la Candida albicans, pueden causar una candidiasis oral, que se manifiesta como una capa blanca y espesa en la lengua y otras partes de la boca. Esta infección suele darse en niños con el sistema inmunitario debilitado, con diabetes, con uso prolongado de antibióticos o con hábitos alimenticios poco saludables.
• Una sequedad bucal. La saliva tiene una función protectora y antiséptica en la boca, ya que ayuda a eliminar las bacterias y a prevenir las caries. Cuando hay una disminución o alteración de la producción de saliva, se produce una xerostomía o boca seca, que favorece la aparición de saburra y otros problemas bucales.
• Otras enfermedades o trastornos. Algunas enfermedades sistémicas, como la anemia, el hipotiroidismo, el síndrome de Sjögren o el VIH, pueden provocar cambios en la lengua, como su coloración blanca. También algunos medicamentos, como los antihistamínicos, los diuréticos o los antidepresivos, pueden causar sequedad bucal y saburra. Asimismo, algunos hábitos como el tabaquismo, el consumo de alcohol o el estrés pueden afectar a la salud lingual.

Síntomas y tratamiento de la lengua blanca en los niños

La lengua blanca en los niños suele ser fácil de detectar a simple vista, ya que se observa una capa blanca que cubre parte o toda la superficie lingual. Esta capa puede tener un aspecto homogéneo o irregular, según su grosor y distribución. Además, puede ir acompañada de otros síntomas, como:

• Mal aliento o halitosis. Es el olor desagradable que se percibe al exhalar por la boca. Puede deberse a una mala higiene bucal, a una infección por hongos o bacterias, o a otras enfermedades sistémicas.
• Alteración del gusto o disgeusia. Es la alteración o pérdida de la capacidad de percibir los sabores. Puede deberse a una inflamación o irritación de la lengua, a una infección por hongos o bacterias, o a otras enfermedades sistémicas.
• Sensación de ardor o picor en la lengua. Es la sensación de quemazón o escozor que se siente en la lengua. Puede deberse a una inflamación o irritación de la lengua, a una infección por hongos o bacterias, o a otras enfermedades sistémicas.
• Dificultad para tragar o hablar. Es la dificultad o molestia que se siente al tragar alimentos o saliva, o al pronunciar palabras. Puede deberse a una inflamación o irritación de la lengua, a una infección por hongos o bacterias, o a otras enfermedades sistémicas.

El tratamiento de la lengua blanca en los niños dependerá de su causa. En general, se recomienda:

• Mejorar la higiene bucal. Es imprescindible cepillar los dientes y la lengua después de cada comida, usando un cepillo suave o un limpiador lingual específico. El cepillado debe ser suave y circular, sin ejercer mucha presión sobre la lengua. El limpiador lingual debe ser adecuado al tamaño y forma de la lengua del niño. También se puede usar un colutorio antiséptico para completar la limpieza. El colutorio debe ser adecuado al pH y flora bucal del niño, y no debe contener alcohol ni azúcar.
• Tratar la infección por hongos. Si se confirma la presencia de candidiasis oral, se debe acudir al médico para que prescriba un tratamiento antifúngico adecuado, que puede ser en forma de pastillas, jarabe o gel. El tratamiento antifúngico debe ser administrado según las indicaciones del médico, respetando la dosis y la duración. El tratamiento antifúngico debe ser complementado con una buena higiene bucal y una dieta equilibrada, evitando los alimentos azucarados o ácidos que favorecen el crecimiento de los hongos.
• Hidratar la boca. Para evitar la sequedad bucal, se debe beber agua con frecuencia, masticar chicles sin azúcar o usar sprays o geles hidratantes. El agua ayuda a eliminar las bacterias y los restos de comida que se acumulan en la boca. Los chicles sin azúcar estimulan la producción de saliva, que tiene una función protectora y lubricante. Los sprays o geles hidratantes aportan humedad y alivio a la boca, y pueden contener ingredientes que ayudan a prevenir o tratar las infecciones.
• Consultar al odontopediatra. Es importante llevar al niño al dentista al menos una vez al año, para que revise su salud bucal y detecte cualquier problema o anomalía. El odontopediatra podrá diagnosticar la causa de la lengua blanca y recomendar el tratamiento más adecuado. El odontopediatra también podrá dar consejos sobre cómo prevenir y cuidar la lengua blanca, y sobre cómo educar al niño en hábitos saludables de higiene bucal.

La lengua blanca en los niños no es una afección grave, pero puede ser un signo de que algo no va bien en su salud bucal o general. Por eso, es importante prestarle atención y cuidarla adecuadamente, para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pequeños.