Bebés
Infancia

Atentos si vuestro hijo repite siempre esta frase: quiere decir que lo estáis haciendo bien como padres

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

En la educación de un hijo hay momentos que pasan desapercibidos o que hasta pueden percibirse como negativos en un primer momento. Por ejemplo, conforme crecen empiezan a quejarse de cosas como no poder tener móvil o verse obligados a cenar todos los días en familia.

Si estás empezando a hartarte de escuchar la frase «¿Por qué tenemos que cenar todos los días juntos?» no te preocupes. Aunque te frustre, es una señal de que lo estás haciendo bien.

Más de un niño preferiría seguir jugando en su habitación, pero reservar el momento de la cena para compartir en familia es fundamental para el desarrollo de tu hijo. Además, es perfecto para que podáis relacionaros entre vosotros.

Por qué es importante que tu hijo cene en familia y no en su habitación

Cenar juntos no es un simple momento para comer; más ahora que es tan difícil que todos los miembros puedan coincidir bajo el mismo techo. Colegio, trabajo, extra escolares, gimnasio, etc.

Por tanto, es una oportunidad diaria para conversar, reforzar vínculos, escuchar y sentirse escuchado. De hecho, se ha demostrado que las familias que comparten al menos una comida al día tienen hijos con mayor autoestima, mejor rendimiento escolar y menor riesgo de desarrollar ciertos problemas emocionales.

Desde niños van a preferir comer delante de la televisión y con la adolescencia el problema se agravará, pero no debes preocuparte si se quejan de que siempre les toca cenar juntos, mientras que a algunos amigos les dejan no hacerlo.

En realidad lo que evidencian al pronunciar su queja es que ya existe una rutina familiar sólida. Esa obligación que ahora perciben como una costumbre impuesta, mañana será recordada como uno de los pilares de su infancia.

Por qué tu hijo acabará agradeciéndote que le obligues a cenar juntos

Haz memoria: seguro que a ti tampoco te gustaba cenar todas las noches en familia y más de una vez te quejaste a tus padres. ¿Pero ahora lo recuerdas como un trauma infantil o como una buena experiencia?

Aunque a veces no les guste de primeras, la cena familiar es una oportunidad para que aumentéis vuestros lazos. Y no sólo se trata de que tu hijo os cuente su día a día.

Tú también debes abrirte con tus hijos. Adaptado a su edad, es bueno que les cuentes cómo lo has pasado y que se sientan partícipes de la familia. Al ver que confías en ellos, la comunicación será más fácil.

Además, muchas de las cosas de las que nos quejábamos de pequeño acaban convirtiéndose en buenos recuerdos. De la misma manera que tú echas de menos esas cenas familiares de cuando eras niño, a tus hijos en el futuro les pasará lo mismo.

Lo importante es que, pese a las pataletas, seas capaz de mantener ese ritual familiar donde se intercambian historias, se transmiten valores y se teje la complicidad que protege a la familia.

El ejemplo deja huella: tus hijos harán lo mismo con tus nietos

Comer juntos es una oportunidad para muchas cosas. Cuando son pequeños les tienes que enseñar modales como comer con la boca cerrada y conforme crecen es una de las pocas oportunidades para hablar en confianza.

Igual ahora no les encante, pero los hijos tienden a copiar lo que ven. De hecho, lo más probable es que a ti también te haya pasado con tus padres.

Conforme crezcan integrarán la cena familiar como un valor no negociable. Es decir, cuando tengan su propia casa, lo común es que mantengan la costumbre con tus futuros nietos.