5 beneficios de tener un gato en casa

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Descubre los principales beneficios de tener un gato en casa

Tener un gato como mascota puede ser toda una delicia y un beneficio para la persona dueña de ese gato, pero si le sumamos el elemento familia o «niños» los beneficios parecen incluso aumentar de modo que os vamos a enumerar algunos de ellos. En concreto, 5 beneficios de tener un gato en casa.

5 beneficios de tener un gato en casa

Los gatos son animales que aunque bastante independientes, hacen mucha compañía y además son muy listos y graciosos. Quizás por ello, junto a los perros son las mascotas favoritas de los niños, pero son muchos los padres que se preguntan si un gato es un buen compañero para un niño.

No podemos olvidar que dependiendo del carácter e incluso la raza del gato, este puede mostrarse algo esquivo, pero por normal general, la presencia de un gato en la familia está lleno de beneficios y sin duda, los más destacados son los que os enumeramos a continuación.

Salud

A la hora de plantearnos la llegada de un gato, la primera pregunta que nos hacemos es la higiene y las enfermedades que el animal podría transmitir a un niño. De hecho, un gato que es seguido por un veterinario no presenta ningún riesgo de infectar a un niño. Muchos estudios recientes incluso muestran que los niños criados en contacto con un gato tienen la mitad de riesgo de desarrollar asma y alergias.

Responsabilidad

A pesar de sí mismo, el gato doméstico puede desempeñar un papel en la educación del niño. Tener un gato en casa permite aprender a prestar atención al otro, a cuidar a un animal, dándole comida y bebida, y limpiando su caja de arena. Un papel que el niño disfrutará ya que no solo será como un juego; sino que lo empoderará y le dará confianza en sí mismo. El pequeño puede incluso convertirse en aprendiz de veterinaria cepillando al animal con regularidad para que su pelaje sea más suave y controlando su estado de salud con caricias (esto ayuda a que el animal no esté herido ni sea portador de parásitos). Además, a diferencia de los perros, los gatos suelen hacer siempre lo que quieren de modo que puede servir a los niños a aprender a que sean más calmados y pacientes.

Relajación

No es ningún secreto que la presencia de un gato es muy relajante para quienes lo rodean. Su efecto desestresante es válido para todos los miembros de la familia: el simple acto de acariciar a un gato reduce la presión arterial, tiene un efecto beneficioso sobre la frecuencia cardíaca y reduce la ansiedad. El ronroneo también puede conducir a la producción de serotonina, una hormona que regula el estado de ánimo y el hambre. Beneficios particularmente útiles para un niño sujeto a ansiedad o que se enfrenta a ansiedades .

Juego

Cuando no duerme ni come, el gato juega y corre. El niño será un compañero de juego ideal: puede hacerlo correr arrastrando una cuerda o lanzándole pelotas. Esta compañía será muy beneficiosa para el niño, que no corre el riesgo de sentirse solo. Solo ten cuidado de hacerle entender al pequeño que tiene que ser respetuoso con el gato y no llevarlo al límite. Un rasguño puede ser terrible.

Amistad

Si la convivencia va bien, la presencia de un gato asegurará al niño que verá al animal como un confidente. El niño le contará sus contratiempos, su alegría, sus penas … Esto es lo que llamamos un «animal de transición». También le enseña al niño sobre su propia vida: el gato también va al médico, se vacuna, se lava, come … Es un espejo para el niño.

En cuanto al gato, la presencia de un niño a su lado es para él sinónimo de más caricias y atenciones. ¿Qué más se puede pedir?

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