Milagro: la bebé más prematura del mundo consigue sobrevivir

bebé prematuro

Prácticamente a diario conocemos historias de niños que no nos dejan indiferentes. En unos casos, porque consiguen sacarnos una gran sonrisa, como la del niño que alucinaba con las luces de Navidad, y en otros porque logran emocionarnos. Precisamente en este último grupo se cuenta la historia de la bebé más prematura del mundo. Una pequeña cuyo caso ahora se ha dado a conocer a nivel mundial.

¿Quieres descubrir su emocionante historia que ha sido definida como un verdadero milagro? Te la contamos a continuación.

La protagonista, la bebé más prematura del mundo

La pequeña que ha pasado a ser noticia internacional es la que se ha dado en llamar la bebé más prematura del mundo. Y es que esa, que ahora tiene ya 3 años de edad, vino al mundo a las 21 semanas de gestación. Eso hizo que naciera con solo 424 gramos de peso, lo que hacía inviable que pudiera sobrevivir. Sin embargo, lo ha conseguido y precisamente por eso ahora su historia se ha hecho pública a través de la prestigiosa revista “Pediatrics”.

Se ha expuesto como una manera de darle esperanza a esos padres que ven cómo sus hijos vienen al mundo antes de lo previsto. Es una forma de dejarles patente que deben confiar en la fortaleza de sus pequeños y en la Naturaleza. Todo es posible si se tiene en cuenta incluso el caso de esta niña, de la que se consideraba imposible que pudiera seguir adelante. Pero lo logró.

El origen de su historia

Hace tres años es cuando se produjo el punto de partida de este caso. Dio comienzo en el año 2014 cuando Courtney Stensrud se puso de parto en la semana 21 de gestación. Fue debido a que sufría lo que se conoce como corioamniotitis, que es una infección del líquido amniótico que trae consigo que se produzca lo que es la rotura de las membranas o de toda la bolsa.

En el Hospital Metodista Infantil de San Antonio (Texas) fue donde la mujer fue atendida y donde se consiguió que diera a luz a su hija. Esta, como hemos mencionado, nació con un peso bajísimo y esta circunstancia, unida a lo temprana que había sido en salir, trajo consigo que los médicos fueran pesimistas. Es decir, que tenían muy claro que la supervivencia de la bebé era imposible.

Su delicada salud

bebé más prematura del mundo
Nació con solo 424 gramos de peso

El doctor Kaashif Ahmad que atendía a Courtney quiso serle sincero desde el primer momento. Por eso, le contó que la situación de su hija era extremadamente grave, tanto que se hacía inviable que pudiera seguir adelante. Y es que, entre otras cosas, se considera que un bebé tiene que contar con un mínimo de 22 semanas para permanecer en la incubadora.

Es más, este médico expuso a su paciente que, en su caso, no procedería a llevar a cabo la resucitación neonatal de la pequeña. Dejaría que se marchara porque era imposible que sobreviviera y eso sería ahorrarle dolor cuanto antes a la familia.

Sin embargo, como cualquier madre, esta no dudó en pedirle el favor de que lo intentara. Que evitara que su hija se marchara tan pronto. Y es que tenía esperanza y fe en que podría vivir y salir de esa situación.

La mayoría de los profesionales médicos recomiendan no acometer la reanimación de bebés de menos de 22 semanas. No obstante, Ahmad, ante la petición desesperada de esa mujer, decidió intentarlo. Y así lo hizo.

Se obró el milagro

La decisión de Courtney y la del médico fueron absolutamente las acertadas, a tenor de que hoy la pequeña, la bebé más prematura del mundo, tiene 3 años y se encuentra en perfecto estado. Se obró el milagro.

El doctor tras prometerle a la paciente que intentaría reanimar a la niña se puso manos a la obra. Así, tras sorprenderse de que le escuchaba latir el corazón, porque pensaba que sería imposible, la intubó, le proporcionó oxígeno y eso hizo que comenzara a respirar y a moverse. Desde ese momento se le cuidó y atendió de la mejor manera durante los 126 días que pasó ingresada en el hospital.

Después se marchó a casa y comenzó una vida como la de cualquier otro bebé. Eso sí, tuvo que acudir periódicamente al médico para certificar su estado. Su caso fue y es un milagro porque no tiene consecuencias de haber nacido de manera prematura. Así, como cuenta su madre en la mencionada publicación científica, su hija es como cualquier otra niña de 3 años. Juega con sus muñecas, pasa tiempo con sus amigos, se divierte…

Un caso este que viene a dejar patente que, en ocasiones, los milagros existen. Por ese motivo, nunca hay que perder la esperanza.

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