Semana 16 de embarazo: todo lo que necesitas saber sobre el bebé

Al entrar en la decimosexta semana de embarazo, se llega en gran parte al segundo trimestre del embarazo. Esto conlleva una disminución considerable de los riesgos de aquellas complicaciones que inicialmente corriste: tu cuerpo se está adaptando mejor a tu condición de mujer embarazada. El bebé sigue creciendo de tamaño y es posible que ya hayas comenzado a usar ropa premamá. Conozcamos ahora la semana 16 de embarazo y todo lo que necesitas saber sobre el bebé.

Semana 16 de embarazo: todo lo que necesitas saber sobre el bebé

Durante la semana 16 de embarazo, tu bebé ya habrá crecido lo suficiente como para que los músculos de su columna y espalda estén ganando fuerza gradualmente, lo que hará que pueda mover la cabeza. Su esqueleto de cartílago ya ha comenzado a convertirse en hueso, pero el proceso de osificación terminará solo después del nacimiento, manteniendo así los huesos flexibles en el momento del parto. Al mismo tiempo, continúa el desarrollo de los músculos faciales, con el niño practicando la deglución, la succión y diversas expresiones faciales.

El desarrollo de los órganos sensoriales

Durante la semana 16 aparecen los primeros movimientos oculares esporádicos; sin embargo, sus ojos aún están cerrados. La audición también continúa desarrollándose, con huesos diminutos que crecen en los oídos del bebé, lo que le permitirá escuchar y reaccionar a ruidos como tu voz. La piel permanece lo suficientemente transparente como para que pueda ver sus vasos sanguíneos en desarrollo.

El desarrollo de los órganos internos

El sistema circulatorio y el tracto urinario continúan su desarrollo. El corazón del cuerpo del bebé ahora bombea aproximadamente 23 litros de sangre al día, al mismo tiempo que sus glándulas sudoríparas crecen.

El desarrollo de los pulmones entra en el período denominado «canalicular», en el que el árbol respiratorio se desarrolla con los bronquios y bronquiolos vascularizados. El desarrollo continuará desde la semana 16 hasta la semana 20 a la 24, cuando el feto idealmente podrá respirar. Mientras tanto, tu bebé practica inhalar y exhalar el líquido amniótico que lo está protegiendo dentro del saco amniótico.

El desarrollo del cordón umbilical ahora está completo, con dos arterias y una vena protegidas por la sustancia gelatinosa (llamada gelatina de Wharton) que recubre el cordón.

La producción de meconio, que será la primera excreción intestinal de su bebé después del nacimiento, también comienza en este momento en el tracto intestinal fetal.

El tamaño del feto 

El feto ahora es tan grande como un aguacate; mide unos 12 centímetros de largo y pesa unos 100 gramos.

Los movimientos del feto en la semana 16.

Como ya hemos mencionado, al llegar a la semana 16, el bebé ya ha comenzado a mover brazos y piernas.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, la madre no puede percibir estos movimientos antes de la vigésima semana, ya que el bebé aún es demasiado pequeño y está acurrucado en el «cojín» formado por la placenta y el líquido amniótico.

Sin embargo, esta semana puedes comenzar a sentir un ligero latido en el útero, a menudo denominado «aceleración», que indica el momento en que comienza a sentir al bebé.

Las mujeres con la placenta descansando cerca de la parte posterior del útero probablemente sentirán estos movimientos antes que aquellas con la placenta colocada en la parte frontal de la pared uterina.

Las mujeres embarazadas con su segundo hijo generalmente notan estos movimientos antes que las madres primerizas.

El útero en la semana 16 de embarazo

Esta semana, el útero se coloca entre el pubis y el ombligo, y la altura de la parte inferior (es decir, la distancia entre la parte superior del útero y la parte superior del pubis) mide aproximadamente 16 centímetros.

¿Qué cambios sufre el cuerpo de la mujer?

Ya hemos como cambia el feto durante la semana 16 y cómo se va desarrollando, pero también la mujer sufre algunos cambios. Quizás el más evidente de todos es que suele ser a partir de la decimosexta semana que es posible que la barriga comience a notarse.

Los ligamentos redondos del útero comienzan a engrosarse y estirarse para apoyar el crecimiento.

Por lo tanto, es normal que en ocasiones sientas un tirón en los músculos y ligamentos abdominales ahora, especialmente al realizar movimientos bruscos.

La producción de calostro, el primer líquido producido por la mama en preparación para la lactancia, puede comenzar esta semana.

Debido a esto, algunas mujeres pueden notar un líquido espeso y amarillento que sale de sus pezones durante las semanas dieciséis y diecisiete.

La ecografía en la semana 16 de embarazo

Una ecografía realizada esta semana mostrará los rasgos faciales del bebé cada vez más definidos, con la nariz, la frente, los labios y los ojos en sus lugares. Los órganos genitales externos ya están desarrollados; por lo tanto, el técnico que realiza la ecografía ya puede identificar el sexo del bebé, dependiendo de su posición en el útero. Incluso la existencia de defectos físicos (los principales) se puede identificar con una ecografía.

El médico también utilizará una ecografía Doppler para comprobar los latidos del corazón del feto y determinar la salud del bebé.

Síntomas en el embarazo durante la semana 16 

Es probable que la mayoría de los primeros síntomas del embarazo hayan desaparecido; pero no hay nada de qué preocuparse si todavía tiene náuseas matutinas, sequedad de boca, insomnio y falta de apetito.

Estos síntomas suelen ser más intensos en los embarazos gemelares debido a los niveles más altos de estrógeno y progesterona.

Otros signos y síntomas que son comunes en la semana 16 de embarazo consisten en:

• dolor en las caderas y la espalda;
• dolor articular y muscular;
• un dolor en el ligamento redondo del útero;
• un pecho agrandado;
• venas visibles, especialmente en el abdomen, el pecho y las mamas (debido
• al aumento del flujo sanguíneo);
• pérdida de memoria (cerebro del embarazo);
• dificultad para respirar (debido al crecimiento del útero, que ejerce presión
• sobre el diafragma y deja menos espacio para que funcionen los pulmones;
• cansancio;
• calambres en las piernas
• estreñimiento;
• indigestión y acidez estomacal;
• gases y flatulencia;
• cambios de humor;
• uñas y cabello de crecimiento más rápido (debido a los altos niveles de
• hormonas del embarazo);
• dolor de encías y hemorragias nasales;
• aumento del flujo vaginal
• piel seca y con picazón, con o sin sarpullido, especialmente alrededor del abdomen.