Mary, la bebé refugiada a la que su madre rechaza

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Lamentablemente cada día tenemos que asistir en los distintos medios de comunicación a la lucha de miles de refugiados que huyen de sus países natales en busca de un futuro mejor. Se trata de personas que ponen su vida en peligro embarcándose en cualquier trayecto con tal de encontrar un presente y un futuro. Las imágenes de sus viajes y llegadas a tierras europeas son impactantes, aunque hay historias que nos llegan especialmente al corazón. Y precisamente entre estas se halla la de Mary, una bebé refugiada a la que su madre rechaza.

Sigue leyendo y conocerás su estudio.

¿Cuándo y dónde?

Estos días es cuando hemos podido conocer a la pequeña protagonista de esta historia. Y es que viajaba junto a su madre y a unas 140 personas en una embarcación de goma que llegaba a la costa de Libia intentando alcanzar Europa, concretamente a través del sur de Italia.

La ONG Proactiva Open Arms, que se encuentra trabajando con su barco medicalizado Golfo Azzurro en ese lugar, fue la que descubrió la citada embarcación y a la cantidad ingente de pasajeros que viajaban a bordo. Lo hacían porque querían encontrar una nueva vida, dejando atrás las miserias y horrores que han venido en su continente de origen, África.

Mary, la bebé refugiada

Cada uno de los refugiados que fueron rescatados tiene una historia detrás dura y emotiva. Sin embargo, la que más llamó la atención de los miembros de la citada ONG fue la de Mary, una bebé de quince días que viajaba junto a su madre.

Todo parece indicar que la pequeña nació en la playa donde su progenitora embarcó poco después de dar a luz. De ahí que, como descubrieron los médicos que atendieron a los pasajeros, la pequeña aún tuviera el cordón umbilical colgando.

El rechazo de la progenitora

El hecho de que en tan pocos días de vida la bebé haya tenido que afrontar este duro trance, embarcarse “de mala manera” con el peligro de morir, ya es especialmente duro y trágico. Sin embargo, no es solo eso. Además tiene que soportar que su madre, una joven nigeriana de 25 años, la rechace, no la quiere tocar, ni amamantar, es más no quiere quedarse con ella.

Los miembros de la ONG han podido certificar que la adulta repudia a su hija, a la que ha decidido llamar Mary. Y es que no la mira, la aparta cuando la recién nacida quiere tomar su pecho y no desea tocarla.

Ante esa actitud, lo primero que se nos pasa por la cabeza es una pregunta: “¿cómo es posible que una madre rechace a su pequeña?”. Pues bien, aunque aún no han podido certificarlo, los cooperantes que trabajan con refugiados y que han visto miles de casos de auténticas tragedias, tienen casi la plena certeza de que hay un motivo detrás de esa actitud. En concreto, consideran que todos los indicios parecen indicar que la bebé quizás fue fruto de un abuso sexual sufrido por su mamá.

¿Y entonces?

Por los últimos datos que se han podido saber, madre e hija están siendo tratadas médicamente. Y es que, a consecuencia del parto inesperado y sin asistencia médica, la adulta está sufriendo una fuerte infección en lo que es la zona del endometrio. De ahí que esté siendo atendida por profesionales sanitarios y haya recibido un tratamiento basado en la ingesta de antibióticos.

La pequeña, por su parte, también sufre una infección en el cordón, pero se encuentra muy bien y está siendo alimentada mediante biberones ante el rechazo de su madre.

A lo largo de hoy es cuando está previsto que el barco de la ONG con los ciudadanos africanos llegue a Italia y será entonces cuando la joven y su hija sean ingresadas en el hospital. Aún no se sabe qué sucederá con ambas y si la mujer renunciará o no a su pequeña. Hay mucha incertidumbre al respecto, aunque se ha dado a conocer por parte de los voluntarios que parece que la adulta está reculando en algo su actitud.

El hecho de que otras mujeres estén acunando a la pequeña, la estén abrazando e incluso cantando parece que ha propiciado que su mamá esté siendo algo más receptiva en cuanto a su cuidado. No obstante, habrá que esperar para ver qué sucede finalmente. Sea lo que sea, lo único que esperamos es que Mary empiece una nueva vida llena de felicidad en la que sea querida, cuidada y atendida como se merece.

¿Qué has sentido al descubrir el caso de esta bebé refugiada?

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