Viral: el extraño caso de la bebé Hulk

El nacimiento de un pequeño es algo que llena de felicidad a sus padres y a toda la familia, pero, en ocasiones, el mismo se convierte en una auténtica sorpresa. Y eso es precisamente lo que le ha sucedido a una familia. Sí, porque han descubierto que han tenido una bebé “Hulk”.

Aunque te resulta increíble e imposible de creer, no lo es. Sigue leyendo y descubrirás el motivo de que se le haya dado en llamar de esa peculiar manera, como el emblemático superhéroe verde de la emblemática Marvel.

La protagonista

Madison. Este es el nombre de la pequeña estadounidense que se ha convertido ahora en protagonista sin querer de la actualidad en todo el mundo. Y el motivo es la particularidad con la que ha nacido en un hospital de Florida.

La bebé Hulk

En los medios de comunicación a la niña que nos ocupa se le ha comenzado a definir como bebé Hulk. Y es que tiene algo que hace que recuerde al citado superhéroe, con forma de monstruo verde, que contaba con una fuerza sobrenatural. No es por el color ni por el tamaño sino por sus brazos, sí, porque los que tiene parecen más de un culturista que de una pequeña.

Eso es debido a que cuenta con una enfermedad rara, el Síndrome de Cloves, que provoca un desarrollo muscular nada normal en lo que es la zona superior del cuerpo. Es un trastorno progresivo del crecimiento que trae consigo que los brazos y el pecho parezcan muy hinchados. Esto es como consecuencia de que ahí se le va acumulando líquido.

Su caso

Ahora, 18 meses después de que viniera al mundo, es cuando se ha hecho público el caso de la pequeña Madison. Y es que resulta casi milagroso que haya conseguido sobrevivir todo este tiempo.

Su madre, Joni Gatlin, descubrió que estaba embarazada y para ella eso fue una absoluta alegría. Sin embargo, la misma se vio empañada en el momento en el que llegó la semana número 15 del periodo de gestación. Y es que en ese instante los doctores le vinieron a indicar, a raíz de una prueba de ultrasonido, que algo sucedía con el bebé.

Sin embargo, no conseguían saber cuál era el problema y así quedaron estupefactos cuando al nacer la pequeña vieron que esta presentaba un desarrollo muscular fuera de toda normalidad. De ahí que comenzaran a someterla a pruebas, pero no sería hasta un mes después cuando consiguieron descubrir que sufría el Síndrome de Cloves.

Una mutación genética es la que provoca ese trastorno que, según los últimos datos que existen al respecto, únicamente lo padecen un total de 200 personas en todo el mundo.

En la actualidad

Hoy, como hemos comentado, ha pasado un año y medio desde que la menor viniera al mundo y lo ha hecho contra todo pronóstico ya que los doctores no estaban nada esperanzados. Así, con toda la normalidad que le es posible, está luchando día a día.

Según los datos que se han ido dando, en estos momentos su brazo derecho pesa 2 kilos y 200 gramos. Y parece que continuará creciendo conforma la niña vaya ganando peso y altura, aunque es cierto que los médicos esperan que, quizás con el tiempo, se pueda operar a la pequeña para atajar el problema de raíz.

En la actualidad tiene un tratamiento y debería continuar con el mismo para, dentro de lo que es posible, conseguir tener el trastorno bajo control. En concreto, periódicamente le proceden a extraer líquido de sus brazos y luego se lo mezclan con medicina para poder volver a inyectársela.

Eso sin olvidar que le drenan líquido dos veces por día y tiene que usar compresiones en todo momento.

El Síndrome de Cloves

Además de todo lo expuesto te pueden resultar interesantes otros datos acerca de la dolencia que sufre la pequeña Madison:

• Tras Cloves se esconde el nombre de Congenital Lipomatous Overgrowth Vascular malformations and Epidermal nevi and Skeletal or spinal abnormalities.
• Entre los estudios que se han llevado a cabo se ha podido establecer que las mutaciones genéticas se producen, sobre todo, en lo que son los aminoácidos del gen PIK3CA.
• Puede perjudicar también a lo que son los huesos, los tejidos, los vasos sanguíneos e incluso los órganos.
• Se considera que puede afectar tanto a hombres como a mujeres.
• Este síndrome que nos ocupa no se transmite de manera hereditaria en ningún caso.
• Sin lugar a dudas, la mejor manera de poder comenzar a sospechar que el bebé que viene en camino tiene ese problema es a través de una prueba de ultrasonido. Eso es debido a que esta permite detectar deformaciones.