Tres años de cárcel para los asaltantes de la casa del anciano de Mallorca absuelto tras matar a uno
Les impone a los tres atracadores el pago de una indemnización solidaria de 15.000 euros
La sentencia no es firme y cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares
La magistrada-presidenta del Tribunal del Jurado ha dictado una sentencia condenatoria para los tres acusados responsables del robo con violencia en la casa del anciano de Mallorca, Pau Rigo, absuelto tras matar a uno de los atracadores en la localidad de Porreres en 2018.
Tras el veredicto del Tribunal del Jurado la sentencia absuelve del delito de homicidio al hombre que mató a uno de los ladrones durante el robo en su vivienda.
La resolución condena a los tres acusados a tres años de prisión por cometer el atraco, concurriendo en todos ellos la agravante de disfraz y la atenuante de dilaciones indebidas. En concreto, a dos de los asaltantes se les aprecia la atenuante de reparación parcial del daño; y al tercer asaltante la atenuante analógica de confesión. La sentencia les impone también que deben indemnizar, conjunta y solidariamente a la víctima del robo en la cantidad de 15.000 euros.
Por otra parte, al atracador que entró en la vivienda junto a su hermano también ha sido condenado a la pena de 2 meses y 29 días de localización permanente por un delito de lesiones y deberá indemnizar a la víctima del robo con 25.500 euros.
La Audiencia de Palma ha notificado así la sentencia y ha condenado a a tres años de prisión para cada uno de los tres responsables del robo, con lo que equipara la pena de Fredy Escobar, el hermano del asaltante fallecido, con la de los otros dos autores, que habían aceptado los hechos y alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía.
Respecto a Pau Rigo, ya fue declarado inocente de la muerte del atracador por el veredicto del jurado, que apreció que actuó en legítima defensa al disparar contra Mauricio Escobar. El tribunal consideró que el veredicto era «lógico y racional».
Hace ocho días el jurado popular declaró inocente a Pau Rigo, que en un primer juicio fue absuelto en diciembre de 2023, pero posteriormente el Tribunal Superior de Justicia de Baleares ordenó la repetición del juicio al estimar un recurso de la Fiscalía.
Los miembros del jurado entendieron que Rigo disparó para defender su vida de un peligro real e inminente y que no tenía otra opción.
Durante el juicio, Rigo aseguró que los asaltantes le golpearon en repetidas ocasiones y que temió por su vida y la de su esposa. «Hasta que decidí hacer algo, defenderme».
En su interrogatorio, Rigo, quien en el momento de los hechos tenía 78 años, relató que fue abordado por dos ladrones (hermanos entre sí, uno de ellos el fallecido), que le golpearon en distintos momentos del asalto. Ello, sumado a que sospechó que buscaban más del dinero del que tenía y que había sufrido recientemente otro robo violento en su domicilio, le hizo temer por su vida y por la de su esposa, dijo.
El día de los hechos, los dos planificadores facilitaron pasamontañas, guantes y patas de cabra a los dos asaltantes y los dejaron en las inmediaciones del domicilio. Los dos hermanos esperaron a que Rigo saliera y el ahora condenado le cogió por la espalda, le tapó la boca y le introdujo de nuevo en la casa.
Ahí, los ladrones exigieron al anciano que les abriera la caja fuerte, de la cual sustrajeron cerca de 15.000 euros. No obstante, creían que en la vivienda había hasta 200.000 euros, por lo que «con violencia verbal y física» exigieron a la pareja que se los entregaran y rebuscaron por el resto de la casa.
En un momento dado Rigo cogió una escopeta de dos cañones superpuestos que tenía detrás de la puerta de su habitación y se colocó mirando en dirección a la puerta principal de la vivienda. Cuando se cruzó con los asaltantes, les instó a que se marcharan, pero los hermanos no atendieron a su requerimiento y se dirigieron hacia él.
Según recoge la sentencia, el asaltante fallecido intentó golpearle con una de las patas de cabra en la cabeza, pero el jubilado pudo esquivar el golpe. Fue entonces cuando, teniendo el arma a la altura de la cintura, disparó «sin apuntar y al bulto que apenas distinguía».
Aunque no tenía intención de causar la muerte de ninguno de los asaltantes, pero el disparo alcanzó la zona abdominal de uno de ellos, quien acabó falleciendo en el hospital horas más tarde.
Además, tal y como considero por unanimidad el jurado, Rigo cogió la escopeta «aterrorizado por la experiencia traumática» que le supuso el robo que había sufrido en esa misma casa el 6 de diciembre de 2017 y porque sabía que los ladrones no encontrarían los 200.000 euros que buscaban. Así, disparó el arma con finalidad de salvar su vida y la de su expareja y repeler una «brutal agresión», para lo que empleó «el único medio defensivo del que disponía en ese momento».
Tras el disparo, el hermano de la víctima mortal se abalanzó sobre Rigo con la intención de arrebatarle el arma y le golpeó en diferentes partes del cuerpo. Una vez lo consiguió, cargó con el herido a sus espaldas, aunque finalmente lo dejó en el exterior de la vivienda.
Pocos días después de los hechos, el asaltante se personó en las dependencias de la Guardia Civil y confesó los hechos. Lo mismo hicieron los otros dos acusados durante el juicio.