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El servicio de menores de Mallorca colapsado por el aluvión de menas: 303 para 24 plazas

El Consell se ha visto obligado a disparar la concertación de plazas de atención con carácter extraordinario

Acondiciona un décimo centro de acogida en un inmueble cedido por el Obispado ante la nula ayuda de Sánchez

Las dos entidades sociales encargadas de su atención y cuidados no encuentran personal para atenderlos

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La atención a menores extranjeros no acompañados del Consell de Mallorca vive una situación de colapso permanente por el aluvión de menas llegados este año: 303 para 24 plazas ordinarias que conforman la estructura oficial del servicio residencial de protección a estos menores.

El resto se han tenido que ir creando con carácter extraordinario a medida que se van necesitando y, en estos momentos, tras las últimas oleadas de pateras y menas llegados a las costas de Mallorca, son ya 303 los menores extranjeros no acompañados atendidos por el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS).

Una cifra que no ha parado de crecer ya que a inicios del pasado mes de julio, en concreto, el pasado 7 de julio, eran 243.

«El problema además de la carga económica para el Consell es que las entidades que se encargan de su cuidado y hacen las labores de seguimiento, ya no encuentran personal para atenderlos, ni espacios para alojarlos», denuncian desde la institución insular.

Ante el progresivo incremento de las llegadas, el IMAS puso en marcha en julio la Unidad de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes inmigrantes no acompañados. Un equipo adicional integrado por seis profesionales que trabajan para dar cobertura y reforzar la tarea de estas entidades y garantizar la calidad de la atención que prestan.

La situación es sangrante, si tenemos en cuenta la falta total de apoyo y ayuda al Consell de Mallorca por parte del Gobierno de Pedro Sánchez que se está lavando las manos, literalmente, ante la avalancha de menores a las costas de Baleares y que, hasta la fecha, no ha cedido un solo inmueble de titularidad estatal para su acogida.

No obstante, el Consell ante este colapso diario ha obtenido respuesta y apoyo por parte del Obispado de Mallorca, que ha cedido un inmueble que en estos momentos se está acondicionando, para su acogida y estancia.

Un centro que como apuntan desde el Consell, «será un poco más grande que otros pero aún no sabemos las plazas que estarán disponibles». Mientras, las dos entidades sociales que están acreditadas a nivel nacional para prestar este servicio y que trabajan también en las Islas, SAMU y Diagrama, continúan realizando su labor que está costando un buen pellizco a las arcas insulares.

Baste indicar que la tutela de cada mena cuesta en torno a 7.300 euros al mes, cuyo desembolso corre a cargo de los contribuyentes de las Islas.

El Consell de Mallorca se vio obligado a destinar una partida presupuestaria de 4 millones de euros a principios de este año para afrontar la crisis migratoria, cantidad a la que hay que sumar ocho millones más, que se destinarán en las próximas semanas.

En total, 12 millones de euros, el triple de lo previsto para acoger a estos menas.

Sólo desde julio de 2023 el IMAS ha aumentado de seis a nueve los centros para atender a este colectivo que serán diez, una vez que esté habilitado el inmueble cedido por la Iglesia de Mallorca. Suelen ser pequeños espacios de entre cinco y 14 plazas, para favorecer así una atención integral más personalizada, si bien hay casos de hasta 20.

Pero el colapso en la atención es cada día más patente, sin que al Gobierno de Sánchez le parezca importarle este hecho más allá de declaraciones de buenas intenciones o de reproches a las comunidades gobernadas por el PP.

Esta crisis migratoria estará presente en el arranque del curso político en el Parlament balear ya que el PP ha registrado una proposición para exigir a Sánchez que convoque a la mayor brevedad la Conferencia de Presidentes para tratar el gran reto de la crisis migratoria, además de «crear una línea específica de financiación para que las comunidades autónomas puedan cubrir los gastos que supone acoger a menores migrantes no acompañados».