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Sebastià Oliver: «Desde el principio tenía muy claro que iríamos 21.000 mallorquinistas a la final de Sevilla»

El presidente de Moviment Mallorquinista cuenta que desde el pase a la final se pusieron a "trabajar sin descanso"

Alrededor de 1.500 aficionados bermellones se desplazarán a Sevilla gracias a la organización de viajes de esta entidad

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Pedro Serra

El Real Mallorca se ha quedado sin entradas para la gran final de Copa del Rey y desplazará a 20.698 aficionados a Sevilla, en lo que es el mayor desplazamiento de la historia del club. Toda una gesta a nivel social que no hubiera sido posible sin el incansable trabajo del Moviment Mallorquinista, que desplazará a unos 1.500 bermellones con sus viajes organizados.

Su presidente, Sebastià Oliver, ha explicado que desde que Sergi Darder selló el pase a La Cartuja «nos pusimos a trabajar sin descanso, con pocas horas de dormir pero con mucho gusto». Una iniciativa, la del Moviment, que pone las cosas más fáciles a una afición siempre golpeada por la insularidad.

Y es que Oliver tenía claro desde un primer momento que el Mallorca desplazaría a los casi 21 mil ‘dimonis’ que presenciarán en vivo y en directo la cuarta final de Copa del Rey que disputa el club balear. «Esta entidad atrae a mucha gente joven y los mallorquines, cuando nos ponemos, nos ponemos. Estaba muy tranquilo desde el principio. Sabía que iríamos todos los posibles, lo tenía muy claro».

Respecto a la actitud del Mallorca con la final, Oliver afirma que «cada uno hace lo que cree oportuno, nosotros hemos hecho lo correcto y no pararemos hasta traer la Copa a Palma». Esta entidad, que aglutina a aficionados y peñas, ha sentido el calor y el agradecimiento de los mallorquinistas por el trabajo hecho.

Otra cosa que tiene muy clara el presidente del Moviment Mallorquinista es que el equipo de Javier Aguirre traerá la Copa a Palma. «El partido tiene que ser una fiesta del fútbol durante los 90 minutos. Vamos a pasarlo bien y que gane el mejor, que ya sabemos quien es, nosotros».

Mallorca empieza a engalanarse para la final

El Moviment Mallorquinista también ha estado al pie del cañón en las calles de Palma. «Venim de l’infern per tocar el cel» es el genial eslogan que está pareciendo por rotondas, fachadas de Ayuntamientos e incluso en las paradas de los autobuses de la EMT.

«Las 5.000 pancartas que que pedimos se agotaron en nada. Pedimos voluntarios y la gente nos ayudó, a todo el mundo le ha encantado». Lo mismo ha ocurrido con las bufandas conmemorativas de la final de Copa del Rey ante el Athletic. «Se agotaron en nada, ha sido una locura», asegura Sebastià Oliver.

Sobre esto, Oliver defiende la importancia de engalanar una ciudad en momentos tan importantes como el que está atravesando el Mallorca. «Hay que dar color no sólo a la ciudad, sino a toda Mallorca, que ya debería estar teñida de roja y negra», afirma.

Sebastià Oliver es otro mallorquinista que ha vivido todas las finales del Real Mallorca. En relación a esto apunta que «antes eran otros tiempo, aunque todas las finales se viven más o menos igual».

Sin embargo, la final de Sevilla es diferente, pues el club bermellón ha conseguido el mayor traslado de aficionados de su historia. «Me siento muy orgullos de la afición, incluso creo que deberíamos ser más. Ahora hay mucha gente enchufada y esto ayuda a que el club sea más grande».

Oliver es otro mallorquinista más que valora mucho aquel fugaz paso por la Segunda División B. Sin esa etapa, el presidente del Moviment Mallorquinista tiene claro que ahora el Mallorca no estaría donde está. «Estábamos en una deriva total, a veces hay que bajar el barro para después tocar el cielo». En Sevilla se verá.

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