Requiem por Àngela, la mercería que nació en Palma entre bandoleros, reyertas, corsarios y Autos de Fe
A final de año el comercio más antiguo de Palma y de Mallorca cerrará sus puertas
La mercería se creó en 1685 en una ciudad dominada por la batalla entre Canamunt y Canavall
Miquel Aguiló, actual propietario: "Entran muchos turistas a curiosear, gente que nunca había visto una mercería clásica"
Hay una esquina en el centro histórico de Palma en la que ha quedado reflejada una parte de la historia de la ciudad. De la etapa moderna está Can Forteza Rey, el edificio modernista continuamente fotografiado por los turistas y junto a esta joya arquitectónica encontramos la Mercería Ángela, que tiene sus orígenes en la segunda mitad del siglo XVII. Se llega a esta merecería, la más antigua de Mallorca, por muchos caminos, por la calle Jaume II, la calle Colom (dedicada a Joanot Colom, uno de los cabecillas de los Agermanats) la de Ses Monges o desde la calle Brosería. A final de año, la Mercería Àngela cerrará sus puertas y Palma perderá otro de sus comercios más emblemáticos.
La Mercería Ángela fue creada en 1685, las postrimería de un siglo XVII en el que sucedieron muchas cosas en Palma. Era época de hambrunas que, unido a un poder institucional muy débil, provocaron la aparición del bandolerismo que durante todo el siglo generó una situación de mucha inseguridad en Palma y toda Mallorca.
El siglo XVII en Palma también se vio dominado por las cruentas batallas entre clanes nobiliarios por cuestiones de poder y también de honor y aquí se encuentra el conflicto más famoso que provocó la división de la ciudad en dos sectores: Canamunt y Canavall. La reyerta entre Canamunt y Canavall duró más de 70 años y se cobró muchas víctimas aunque hoy se conmemora como una gran fiesta.
Enel siglo XVII el Puerto de Palma adquirió gran relevancia debido a la actividad de los corsarios mallorquines y a finales de siglo aumentó la persecución de la Inquisición a los descendientes de los judíos conversos. Se celebraron diversos Autos de Fe. Entre 1676 y 1691 fueron condenados 86 personas de las cuales 36 fueron ejecutadas, tres de ellas quemadas vivas en la actual plaza Gomila. El tribunal de la Inquisición desapareció definitivamente con la Constitución de Cádiz (1812). El edificio de Palma que era la sede de la Inquisición se encontraba a escasos metros de la Mercería Àngela y fue demolido en 1823 por iniciativa del Ayuntamiento.
Nació entonces la palabra chueta para describir a los Cristianos descendientes de Judíos o los conversos. También en el siglo XVII llegó a Palma la peste que se cobró unas 9.000 víctimas en una ciudad que entonces contaba con algo más de 30.000 habitantes.
Sucedía todo esto cuando se creó la Mercería Àngela, que hoy regenta Miquel Aguiló, a punto de jubilarse. Así, el comercio de Palma vuelve a estar de luto en esta ocasión por el cierre del comercio más antiguo no sólo de Palma, sino también de Mallorca. La Mercería Àngela ha sobrevivido 330 años. En su entorno ha visto como bajaban sus barreras comercios similares tan emblemáticos como Ca Na Bet, Ca Na Marieta des Fil, Guante de Oro o Mercería Colón.
El local de la mercería era propiedad e la Inquisición y fue adquirido en 1671 por un comerciante, que en 1685 lo vendió a los antepasados de los actuales propietarios. Once generaciones han pasado por la mercería que a finales de año cerrará sus puertas.
La Mercerìa Àngela, a las puertas del cierre, ya ha puesto el cartel de liquidación y ofrece todos sus productos a precios rebajados. Los clientes habituales se han volcado en adquirir por última vez los botones, hilos, cremalleras y puntillas de la mercería. Al mismo tiempo, la mercería recibe la visita de muchos turistas que entran preferentemente a curiosear y hacer fotos. «La mayoría no han visto un mercería clásica en su vida», comenta Miquel Aguiló.
Visitamos Ca Donya Àngela, estos días siempre repleta de clientes y turistas, en varias ocasiones antes de encontrar un momento de paz para poder entrevistar a su propietario, Miquel Aguiló. Hoy, [por el lunes 17 de noviembre] no hay cruceros, el turismo ha empezado a descender y encontramos el momento adecuado para hablar con Miquel Aguiló.
P.-¿En qué año abrió sus puertas esta mercería?
R.-En 1671 y tenemos los documentos que lo avalan.
P.-¿Y desde cuándo el negocio lo regente su familia?
R.-Desde 1685.
P.-¿Y usted desde cuándo lleva el negocio?
R.-Desde 1973.
P.-Después de tantos años la mercería va cerrar sus puertas. ¿Por qué han decidido cerrar?
R.-Porque me jubilo y no hay relevo. La gente tiene otras cosas que hacer antes de llevar un negocio como éste. Hay cosas que a la gente les atraen más.
P.-¿Cuándo se producirá el cierre?
R.-A finales de año.
P.-¿Qué nos puede contar de la historia de este local mientras usted ha estado al frente del mismo?
R.-Desde que estoy aquí ha cambiado mucho. Antes estábamos aquí mi padre, yo y cuatro dependientes sin parara de trabajar en todo el día. Ahora estamos más tranquilos, me basto yo solito.
P.-¿Cuáles son los productos que tienen más demanda?
R.-Los botones por encima de todo.
P.-Dicen que es uno de los comercios más antiguos de Palma.
R.-Es el más antiguo de Mallorca.
P.-¿Cree que para la ciudad es una gran pérdida que desaparezca un negocio como éste?
R.-Bueno, vendrán cosas nuevas. No lo sé.
P.-¿Este local, se cierra o se traspasa?
R.-No lo sabemos todavía. Se convertirá en otra cosa. Esto es seguro.
P.-¿Han tenido muchas presiones para vender el local o para traspasarlo?
R.-Bueno, algunas. Pero de esto ya hace años.
P.-¿Y a lo largo de los años, cómo ha visto cambiar esta esquina tan emblemática de la ciudad?
R.-Bueno, ha cambiado mucho. Antes los palmesanos vivían por aquí y venían a comprar. Ahora sólo hay alquiler turístico y ya no están los clientes
de siempre. Los clientes vienen de lejos y muchos se paran simplemente porque se encuentran con este local por el camino. Otros turistas ya no llegan hasta aquí y eso sí se nota.
P.-¿Se nota en una pérdida de ventas?
R.-Sí, han bajado las ventas. Bueno, antes vendíamos muchísimo más. También es verdad que con cuatro dependientes ganábamos lo mismo que ahora.
P.-El exceso de turismo, de visitantes y de cruceros no ha influido en las ventas.
R.-No. El turismo ha influido en la gente de aquí. Sobre todo en verano, cuando hay tanta gente por la calle, los clientes llegan un poco molestos por la saturación y las dificultades que encuentran para circular.
P.-¿Sus clientes siguen siendo mallorquines?
R.-Sí. Entran muchos turistas a hacer fotos porque les llama la atención este tipo de locales y lo que vendemos aquí. Muchos no han visto nunca una
mercería por dentro de estilo clásico y les llama la atención. También en ocasiones algunos que se enamoran de los botones, por ejemplo, y nos hacen una buena compra. Hay de todo, pero mayoritariamente los turistas entran a curiosear y a hacer fotos.
P.-¿Dónde se fabrican los botones que vende?
R.-En Barcelona y del País Vasco. Antes había muchos fabricante, ahora ya no quedan tantos.
P.-Aparte de botones, vende otros productos
R.-Tenemos muchas puntillas, muchas pasamanerías, muchas cremalleras, varillas, hilos de bordar, medias, lazos de Holanda… Todo esto sigue teniendo demanda.
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