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MALLORCA

Radicales propalestinos señalan un negocio de Palma y vandalizan su fachada: «Cómplices del genocidio»

Los activistas han llenado la fachada del etablecimiento con pintura roja y el símbolo comunista del martillo y la hoz

Activistas radicales propalestinos vandalizaron este pasado sábado un negocio del centro de Palma. La fachada de este comercio ubicado en la calle Olmos amaneció repleta de tinta roja y con acusaciones hacia los propietarios de ser «cómplices del genocidio» de Israel a Gaza.

Los autores de este ataque realizaron el acto de madrugada y acompañaron las pintadas propalestinas con el símbolo comunista de la hoz y el martillo. Pasadas más de 24 horas desde esta acción vandálica, la pintura todavía no ha sido retirada. Son muchos los clientes que se muestran sorprendidos por la pintura de la fachada antes de entrar a comprar.

Esta acción se enmarca dentro de las protestas a favor de la flotilla pro-Gaza que fue interceptada por Israel antes de llegar a Gaza. Hasta 49 españoles se encuentran retenidos en el país hebreo antes de ser deportados. Entre ellos está la concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Palma, Lucía Muñoz Dalda.

Cabe recordar que para este domingo está prevista una nueva manifestación propalestina en Palma, que tendrá lugar entre las 18:00 y las 21:30 horas en la Plaza de las Columnas. La concentración afectará a diversas calles y avenidas principales, así como a numerosas líneas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).

En los últimos meses Baleares y en concreto Mallorca están siendo el escenario de diversos actos vandálicos perpetrados por activistas palestinos. El último tuvo lugar en el municipio de Algaida, donde varios individuos pintarrajearon con los colores de la bandera de Palestina el toro de Osborne.

En otra ocasión activistas propalestinos vandalizaron un hotel de la localidad de Palmanova (Mallorca) perteneciente a una cadena israelí arrojando tinta roja en la piscina para condenar lo que consideran el genocidio de Israel contra el pueblo palestino.

Los autores de este acto utilizaron tinta de color rojo para simular sangre. Prácticamente toda la piscina quedó manchada de pintura, una estampa que provocó la expectación de muchos turistas que en ese momento se encontraban en las hamacas disfrutando de un día de relax.