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El presidente de Formentera rechaza dimitir tras ser expulsado de su partido por el «chantaje a Prohens»

Acusa a Sa Unió de haber consumado un golpe de Estado contra el Consell de Formentera

Afirma que el presidente insular del PP ha orquestado una campaña contra él "para hacerse con el poder"

El presidente Formentera, Llorenç Córdoba, no sólo se niega a dimitir después de haber sido expulsado de su formación, Sa Unió, sino que además asegura que «se ha consumado un un golpe de Estado encubierto en el Consell Insular». El pasado viernes Córdoba fue expulsado de Sa Uniò, la coalición formada por el PP y Compromís per Formentera que ganó las elecciones. Fue expulsado tras ser acusado por Sa Unió de «intententar chantajear» a la presidenta del Govern, Marga Prohens, exigiendo un sobresueldo a cambio de su voto.

«El viernes cinco consellers del Partido Popular y tres consellers de Compromís firmaron mi expulsión de una coalición de partidos políticos que se llama Sa Unió de Formentera. Coalición a la que sigo estando muy agradecido de haber formado parte y de la que puedo decir, con mucho orgullo, que estando encabezada por mi y gracias a la gente de Formentera, ha sido la primera vez en dos décadas que ha ganado unas elecciones insulares y la primera en la historia de la democracia que lo ha hecho con mayoría absoluta», ha afirmado Córdoba este domingo.

El presidente de Formentera ha asegurado este domingo no sentirse sorprendido por su expulsión de la coalición política Sa Unió «tras la campaña orquestada en los últimos meses por el presidente del Partido Popular de Formentera, José Manuel Alcaraz, para tratar de hacerse con el poder en la Isla con fines que nada tienen que ver con el interés general de los formenterenses».

Córdoba sorprendió a todos a finales de noviembre al amenazar a Prohens con retirarle su apoyo incondicional. Lo hizo sin haberlo consultado con ninguno de los dos partidos de Sa Unió, lo que de inmediato provocó el enfado de los presidentes de las dos formaciones de la coalición, José Manuel Alcaraz (PP) y Javier Serra (Compromís per Formentera).

Córdoba dio a entender que actuaba en defensa de los intereses de Formentera y que presionaba a Prohens para conseguir proyectos e inversiones para la isla. Pronto se supo que el presidente de Formentera no defendía los intereses de la isla sino los suyos particulares y que intentó chantajear a la presidenta del Govern, Marga Prohens,  exigiendo un sobresueldo de 4.000 euros al mes a cambio de su voto y a pesar de tener un salario anual de 80.000 euros.

Ahora Córdoba pasa al ataque y en un comunicado ha señalado que después de un mes y medio de una «vergonzosa» lucha por el poder, le toca a él explicar qué está pasando en dos formaciones políticas que en los últimos 20 años «no han sido capaces de ganar unas elecciones».

En este sentido, el presidente del Consell Insular ha recordado que los dos partidos políticos que conforman Sa Unió le pidieron en más de una ocasión que fuera él quien encabezara tanto la candidatura al Consell como al Parlament ya que «eran conocedores de que era la única posibilidad que tenían para poder gobernar en la Isla y hacerse con el diputado por Formentera».

«Se ha intentado, de una forma maliciosa, expulsarme del Consell y del Parlament balear simplemente por el hecho de molestar a ciertas personas que no han podido ejercer los cargos que yo ostento actualmente -hay hasta cinco ex-candidatos entre los ocho consellers- porque el pueblo no los quería. Pero ellos no lo han aceptado y siguen empeñados en pensar que el pueblo de Formentera no tiene la legitimidad para elegir democráticamente a su candidato», ha indicado el presidente insular.

Según ha reiterado, el viernes «fue un día muy triste para todos los formenterenses, fue el día en que se consumó un golpe de Estado encubierto en el Consell Insular de Formentera. Ese día cinco consellers del Partido Popular y tres consellers de Compromís, firmaron mi expulsión de una coalición de partidos políticos que se llama Sa Unió de Formentera. Coalición a la que sigo estando muy agradecido de haber formado parte y de la que puedo decir, con mucho orgullo, que estando encabezada por mi y gracias a la gente de Formentera, ha sido la primera vez en dos décadas que ha ganado unas elecciones insulares y la primera en la historia de la democracia que lo ha hecho con mayoría absoluta».

Una victoria electoral que, según Córdoba, los partidos que conforman Sa Unió pensaban que les daba derecho a hacer lo que quisieran con él, «pero sobre todo con la isla de Formentera». «No son conscientes del gran error que han cometido», ha afirmado.

El presidente de Formentera insiste en que no va a dimitir

Entre otras cosas, el presidente de Formentera ha querido destacar todas las «mentiras y ataques» que se han vertido contra su persona, especialmente en lo referente al dinero que percibe por su trabajo como presidente y diputado.

«Quiero dejar claro que el importe que cobro mensualmente por ejercer mi labor tanto de presidente del Consell como de diputado en el Parlament balear es de 4.625 euros. No se han cansado de repetir que yo cobraba 90.000 euros, 100.000 euros o más al año, incluso que era el político mejor pagado de la historia de Baleares. Se puede comprobar perfectamente que yo no miento, pero ellos se han empeñado en repetir mil veces que yo pedía un sobresueldo, además de esas cifras falsas», ha manifestado también.

Asimismo, ha lamentado que «las mentiras y el acoso» lo han estado sufriendo su familia y él mismo desde hace seis meses, pero muy intensamente desde hace un mes y medio. «Un acoso brutal y despiadado por el simple hecho de ser yo el presidente del Consell Insular elegido democráticamente por el pueblo de Formentera. Este golpe de estado ya estaba preparado el primer día que ganamos las elecciones», ha declarado, añadiendo que «el señor Lorenzo Córdoba molestaba a los poderes económicos que mandan y dominan al Partido Popular de Formentera».

«Estos ocho consellers tienen que tener muy claro que yo no voy a dimitir, no voy a dejar la gran responsabilidad que me ha otorgado el pueblo en manos de siglas políticas ni de empresarios escondidos en su oficina, dejando que sean otros los que dan la cara para lograr sus intereses personales», ha añadido.

Según ha continuado, hasta ahora ha perdonado «amenazas y situaciones muy violentas en lo que a política se trata con él único fin de favorecer la gobernabilidad de Formentera».

«Me han echado de una coalición política por la simple razón de ser honrado y no caer en sus tentaciones», ha concluido el presidente del Consell.