Palma elimina el requisito de catalán en las empresas municipales pero no para trabajar en el Ayuntamiento
Continúa sin cumplirse el acuerdo de pleno para fijar las plazas donde sólo sería un mérito
El compromiso del PP con Vox era tener identificados esos puestos de trabajo en julio de 2024


Si esta semana el gobierno municipal que lidera el alcalde del PP de Palma, Jaime Martínez, ratificaba el acuerdo que elimina el requisito de catalán para trabajar en las empresas municipales, no sucede así para el acceso laboral al Ayuntamiento, donde sí se mantiene, tal y como se pone de manifiesto en las últimas convocatorias de empleo público de la Policía Local o para ser conductor municipal.
En el primero de estos procesos selectivos abiertos para cubrir 17 plazas vacantes de oficial en la Policía Local de Palma mediante el sistema de promoción interna, a los candidatos se les ha exigido un nivel B2 de catalán como requisito obligatorio para poder participar en estas pruebas.
En el segundo caso, la convocatoria de un bolsín extraordinario y urgente de personal interino por el sistema de concurso de promoción interna de la especialidad de conductor, el nivel de exigencia de dominio hablado y escrito de esta lengua se ha rebajado al B1, un peldaño por encima del nivel básico A2.
Una disparidad de titulaciones en el dominio del catalán que viene motivada por el diferente nivel académico exigido en una y otra convocatoria, ya que para optar a ser oficial de Policía Local se exige tener el título de Bachillerato, mientras en el de subalterno conductor basta con la ESO.
En ambos casos se requiere tener la condición de funcionario de carrera, y una antigüedad de dos años en el desempeño de sus funciones como trabajador público.
Pero la exigencia casi unánime del requisito de catalán en los procesos selectivos del Ayuntamiento de Palma para ser funcionario impuesto por el anterior gobierno municipal de socialistas, independentistas de Més y Podemos y mantenido por el actual alcalde del PP, Jaime Martínez, contrasta con su eliminación esta legislatura a los nuevos empleados de las empresas municipales.
Es el caso, por ejemplo, de las contrataciones de personal en la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Proyectos (SMAP), la Empresa Funeraria Municipal (EFM) la de limpieza y aguas (EMAYA) o EN la Empresa Municipal de Transportes (EMT), donde el catalán ha pasado a ser un mérito como cualquier otra titulación oficial o curso académico.
Una disparidad de criterios entre los empleados públicos que llama aún más la atención si tenemos en cuenta que el gobierno municipal en minoría del PP (11 de 29 concejales) apoyó hace justo un año (en marzo del año pasado) una moción en el pleno en la que se comprometía a tener antes del 1 de julio una relación de puestos de trabajo. en los que el catalán puede dejar de ser un requisito para considerarse únicamente un mérito.
La propuesta de Vox salió adelante con los votos favorables del PP que se comprometió en palabras de la concejala y portavoz municipal Mercedes Celeste a regularlo. Pero, a fecha de hoy, poco se ha avanzado en esta dirección si bien en el pleno municipal del próximo día 27 de marzo el catalán volverá a estar presente.
Los socialistas han presentado una moción rechazando que haya dejado de ser un requisito para acceder y trabajar en las empresas municipales ya que a su parecer esto supone «recortar los derechos de la ciudadanía a ser atendidos en catalán».
El portavoz municipal de los socialistas, Xisco Ducrós, aseguraba en este sentido que esta decisión demuestra el poco interés que tiene el PP en la defensa del catalán dentro del ámbito público. «Hasta ahora, el catalán era un requisito y, ahora, de repente, ha desaparecido. Parece que tener unos conocimientos, en muchos casos de mínimos, de la lengua cooficial de la comunidad no es importante».
El número uno del grupo municipal del PSOE en Palma lamentó que la mayoría de las plazas que ahora se sacan son sin el catalán como requisito, mientras que cuando ellos gobernaban, se pedía un nivel A2. «No se entiende el cambio. Sólo se puede tomar como un ataque a nuestra lengua», según el socialista.