Pacto entre tirios y troyanos y la perpleja sociedad balear
¿Los ciudadanos de Baleares merecemos una clase política que dedica gran parte del debate parlamentario al aumento de la ecotasa como si fuera ésta nuestra mayor preocupación?
Si, como dicen algunos, buscaran «ser parte de la solución» y dar respuesta a las verdaderas necesidades y preocupaciones de la ciudadanía, estarían centrados en resolver los problemas históricos de la dificultad de acceso a la vivienda y la imposibilidad de emancipación de los jóvenes, en solucionar la movilidad, disminuir las listas de espera del sistema sanitario, mejorar los resultados dramáticos del informe PISA y ofrecer una educación que contribuya a formar sólidamente a los ciudadanos del futuro, reducir la inseguridad ciudadana, crear nuevas infraestructuras… y en que la administración pública no sea percibida como un lastre, sino como el instrumento facilitador al servicio de los ciudadanos que debería ser, entre otras muchas cuestiones de las que deberían ocuparse.
Todo lo demás son cortinas de humo y escenificaciones para obtener titulares en la prensa y en las cuentas de X, evidenciando, otra vez más, la distancia que separa el debate político de la realidad social de la calle. ¿Se va a debatir sobre el incremento del ITS como cuestión capital, empujado por quien no se atrevió a hacerlo cuando gobernaba y ahora lo considera fundamental estando en la oposición? ¿También es visto así por quienes no lo contemplaban en su programa político y han mutado su ideología liberal?
Podemos discutirlo en las mesas del pacto, como espacio de diálogo creado para abordar la hoja de ruta de la transformación balear, pero, sinceramente, ni es una prioridad, ni tampoco una medida de calado.
No mejorará ni un ápice las preocupaciones de los ciudadanos. No representa ningún paso adelante en la transición económica balear. No contribuirá a gestionar ningún flujo turístico.
Sin un ápice de duda, a quienes perjudicará será a muchos eslabones de la cadena de valor -restauración, actividades recreativas y de ocio, comercio, etc.- que verán mermado en sus negocios el gasto de los turistas que se alojan en la oferta reglada, para que sus euros engrosen las arcas autonómicas extrayéndolos de la economía productiva.
Lo que se constata en torno al ITS es que al final la clase política, en lugar de demostrar su eficacia para que se visualice el destino de lo que se ingresa, se enreda en luchas políticas para distraer la atención pública de lo que hasta ahora ha puesto de manifiesto un informe reciente de la Sindicatura de Cuentas: la incapacidad de gestionar con efectividad los fondos recaudados.
Desde 2016, de 698,7 millones de euros sólo se han ejecutado completamente 59 millones de euros. Además, la Sindicatura resaltó que falta verificación documental de 160 millones de euros y muchos proyectos «obedecen a acciones rutinarias y no proyectos transformadores acordes con los fines del impuesto».
Y con este panorama, como ustedes pueden comprobar, para tirios y troyanos lo urgente es subir la ecotasa.
- María José Aguiló es la vicepresidenta ejecutiva de la FEHM (Federación Empresarial Hotelera de Mallorca).
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