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Nano, un pequeño bichón maltés, provoca un gran revuelo en un bus del TIB en Mallorca el día de Navidad

La Policía Local de Manacor tuvo que intervenir y el bus estuvo más de 20 minutos detenido

Nano es un bichón maltés de 12 años que, el pasado 25 de diciembre, se convirtió sin quererlo en el protagonista de un incidente que acabó con la intervención de la Policía Local de Manacor, un autobús de línea detenido durante más de 20 minutos y un tenso enfrentamiento entre una pasajera y la conductora del vehículo.

Los hechos comenzaron cuando Susana, vecina de Son Servera, se encontraba en Palma junto a su perro para pasar el día de Navidad. Ambos realizaron el trayecto sin ningún inconveniente en el autobús número 10 de la EMT desde s’Indioteria hasta Son Cladera, donde posteriormente tomaron el tren de Servicios Ferroviarios de Mallorca con destino a Manacor. En todo el recorrido no hubo ningún problema ni con el personal de transporte ni con el resto de pasajeros.

«Estamos hablando de un bichón maltés de menos de cinco kilos, de 12 años, que siempre viaja en su transportín debidamente cerrado», explica la afectada. Según relata, ha realizado ese mismo trayecto en numerosas ocasiones sin que nunca se le haya impedido el acceso.

Sin embargo, la situación cambió al llegar a Manacor. Cuando Noa y Nano se disponían a subir al autobús interurbano del TIB que debía llevarlos hasta Son Servera, la conductora del vehículo se negó rotundamente a permitir la entrada del animal. Según denuncia la pasajera a través de las redes sociales y ha confirmado posteriormente a OKBALEARES, la chófer le habló de malas maneras y le aseguró que en ese autobús no se admitían perros.

A pesar de que en ese momento había pocos pasajeros, la conductora mantuvo el autobús detenido durante más de 20 minutos hasta la llegada de la Policía Local. Los agentes, que inicialmente no conocían la normativa concreta, tuvieron que realizar varias consultas. Cabe destacar que en el autobús no había ningún cartel visible que indicara la prohibición de viajar con animales de compañía.

Finalmente, tras las comprobaciones pertinentes, se concluyó que únicamente estaban permitidos los perros guía, quedando excluidas las pequeñas mascotas, incluso aquellas que viajan en transportín. La decisión dejó sorprendida y molesta a Noa, así como a otros pasajeros que presenciaron la escena.

La afectada lamenta profundamente lo ocurrido, especialmente el hecho de que se movilizara a la Policía Local por lo que considera una situación totalmente evitable. El episodio ha generado un intenso debate en redes sociales, donde muchos usuarios cuestionan la actitud de la conductora y la falta de claridad en la normativa y otros, por el contrario, critican a la pasajera.

Entre las preguntas que se repiten tras lo sucedido están si se aplicó el sentido común, si el animal causaba realmente algún tipo de molestia y si la prohibición de llevar mascotas estaba correctamente señalizada en el autobús. Un incidente aparentemente menor que ha puesto sobre la mesa la necesidad de una normativa clara y bien comunicada sobre el transporte de animales de compañía en el transporte público.