Las multas de la ORA en Palma y la recaudación por sanciones bajan desde que la izquierda no gobierna

Las multas por infracciones en los estacionamientos de pago en superficie en las calles con zona ORA en Palma, y la recaudación municipal de sanciones por este concepto, han descendido desde que la izquierda no gobierna en la capital balear, tras las elecciones municipales de mayo de 2023, que pusieron fin a ocho años de gobierno de coalición en la capital balear de socialistas, independentistas de Més y Podemos.

Un anterior gobierno municipal que fue el que en 2018, meses antes de las elecciones municipales de 2019, convertía en empleados públicos a los trabajadores de la empresa Dornier, que era la compañía encargada de gestionar las 12.000 plazas de aparcamiento de pago en superficie de Palma.

Unos espacios de estacionamiento en zona azul donde hasta 2022, las sanciones iban viento en popa para las arcas municipales. De hecho hubo meses como los de mayo y agosto de ese año, donde los controladores de la ORA superaron la barrera de las 10.000 sanciones mensuales, cifra nunca vista ya desde entonces, en ninguno de los meses de los dos años siguientes.

Entre enero y octubre de ese año 2022 (diez meses en los que es posible cotejar y comparar datos con los disponibles en el presente 2024) los trabajadores de la ORA pusieron 92.770 multas de 60 euros cada una (se quedan en 30 por pronto pago).

Ya en 2023 con cambio de gobierno en mayo las sanciones descendieron a 84.803, y en 2024, en estos mismos diez meses, se han quedado en 78.699 sanciones.

Nada menos que 14.000 sanciones menos con las mismas plazas de estacionamiento de pago en superficie disponibles.

La bajada de sanciones, como es lógico, va paralela a la caída de la recaudación municipal por este concepto: 146.803, 32 euros recaudados en 2022 frente a los 112.545,69 de 2023, último ejercicio disponible: en torno a un 25% menos.

Una caída de las multas por no poner ticket o superar el tiempo previsto en zona ORA, que se ha producido además en los dos años posteriores a la recuperación de la actividad económica en Palma y resto de Baleares, con la vuelta a los indicadores turísticos de la prepandemia, y ya con los niveles habituales, si no superiores, de densidad de tráfico en las principales arterias de la capital balear.

A ello hay que sumar que el anterior gobierno municipal, a través de la  Sociedad Municipal de Aparcamientos y Proyectos (SMAP) incorporó vehículos multacar dotados de cuatro cámaras con infrarrojos para leer matrículas en la vía pública en la zona ORA, cuya labor sancionadora la complementan los 118 controladores municipales.

Pero mientras las multas por estacionamiento en zona ORA ha ido cayendo estos dos años, por contra, los ingresos del Ayuntamiento de Palma por multas de tráfico de la Policía Local se han disparado y lo seguirán haciendo en 2025.

Si en 2019 recaudó 14 millones, en 2024 las previsiones son duplicar esa cifra hasta los 28,5 millones, y en 2025, cuatro millones más, hasta un total de 32,6 millones.

Por contra, no parece que ese incremento de ingresos por sanciones se traslade el próximo año a las infracciones por estacionamientos en zona azul, dado que el alcalde Jaime Martínez ha paralizado, o al menos, postergado, su ampliación a las calles de los barrios del Ensanche aprobada por el anterior gobierno del ex alcalde socialista, José Hila.

En una primera fase la zona azul se iba a extender desde el próximo mes de enero a una parte de Es Fortí y Camp den Serralta, Camí de Jesús, las calles próximas a la Plaza de Toros, además, de ampliarla en el barrio de Pere Garau y Foner, entre las calles de Manuel Azaña y de Joan Alcover.

Pero finalmente, por ahora, esa ampliación queda paralizada y, por ello, en la previsión de ingresos por ORA de la Concejalía de Movilidad para 2025 los ingresos se mantienen estables en 6,7 millones de euros.