Un vecino de Palma denuncia el afán recaudatorio del Ayuntamiento con la ampliación de la ORA
Considera que "en barrios del extrarradio y en calles cortas" no sería necesario implantar la zona azul
Denuncia la falta de aparcamientos que tiene la ciudad y el alto coste
Los palmesanos tendrán que pagar por aparcar en toda la ciudad y 12 coches multacar estarán al acecho
Jesús Carrasco, vecino del barrio palmesano del entorno de Pere Garau, denuncia el «afán recaudatorio» del Ayuntamiento de Palma presidido por el alcalde socialista José Hila, que ha decidido duplicar el número de plazas de estacionamiento de pago en la calzada (ORA), pasando de 12.000 a 24.000, lo que prácticamente englobará todo el entorno urbano de la capital balear. Esta medida entrará en vigor de forma progresiva en los próximos meses.
«Hay una intención de recaudar. Me parece que existe un problema de aparcamiento, porque ni siquiera los que ofrece el Ayuntamiento o aquellos que tú puedes comprar o arrendar son económicos o están muy alejados de la zona donde la gente vive, con lo cual es un problema», afirma este residente.
Carrasco no cree «que sea necesaria la ORA en zonas del extrarradio o en calles cortas, y que la gente tenga que estar poniendo y renovando el tique. Y luego después la multa, si te has pasado un poco y tienes que estar pendiente de ir a renovarlo. Tampoco es económico. En todos los lugares hay diferentes tarifas para diferentes sitios y en eso también se ve claramente un afán de recaudación», reitera.
La ampliación de la zona azul aprobada ya por el concejal socialista de Movilidad, Francesc Dalmau, irá acompañada de la digitalización del servicio, a la que la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Proyectos (SMAP) ha destinado un total de seis millones de euros, y a la compra de 12 vehículos multacar con cámaras incorporadas para sancionar a los infractores.
Desde la oposición, la concejala del PP, Lydia Pérez, criticó la iniciativa del equipo de gobierno que ha aprobado ya tres concursos para llevar a cabo esta inversión «sin los debidos estudios técnicos y las posibles alegaciones ciudadanas», denunció la edil, que censuró el hecho de que el Consistorio «antepone la persecución del ciudadano a la participación y el consenso para definir las medidas de movilidad más convenientes para a ciudad», lamentando la urgencia en la licitación de toda la ampliación de la ORA, que supondrá duplicar el número de plazas existentes.