Marratxí también toma medidas drásticas para acabar con el turismo de basura
Vecinos de otros pueblos sin contenedores y recogida puerta a puerta se desplazan a Marratxí para tirar la basura
La Policía Local ya ha sancionado hasta con 2.000 euros a vecinos de Binissalem, Bunyola, Santa María, Consell y Llucmajor
El Ayuntamiento de Marratxí también toma medidas contra el turismo de basura, una práctica que está proliferando en varios municipios de Baleares. Los turistas de la basura son personas que habitan en pueblos vecinos con un sistema de recogida diferente, como el puerta a puerta, y donde ha desaparecido el sistema tradicional contenedor, y optan por transportar sus residuos a municipios vecinos donde encuentran más facilidades para desprenderse de ellos.
Recientemente Inca ya adoptó medidas drásticas para acabar con esta práctica tras detectar la Policía Local que más del 30% de las últimas infracciones denunciadas son a personas que no residen en la capital del Raiguer y, sin embargo, tiran sus residuos en los contenedores ubicados en el municipio.
Ahora, el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Marratxí, en colaboración con la Policía Local, ha implementado un dispositivo de control dirigido a combatir el turismo de residuos, los vertidos incontrolados y las infracciones relacionadas con el bienestar animal en el municipio.
En las dos primeras semanas se han registrado 16 sanciones por este tipo de malas prácticas. El objetivo de la campaña es concienciar, advertir y sancionar a los infractores, tanto a residentes locales como a aquellos que se desplazan desde municipios cercanos hasta Marratxí para verter sus residuos.
Manuel V. Martínez, regidor de Medio Ambiente, ha destacado que «la campaña ha sido muy positiva ya que su finalidad no ha sido únicamente de carácter sancionador, sino la de concienciar, informar e incluso asesorar a los ciudadanos».
Por su parte, Mateu Canyelles, oficial del área de Medio Ambiente de la Policía Local, asegura que la campaña, que en estas dos primeras semanas se ha centrado en las poblaciones de Es Figueral y Pòrtol, «principales zonas afectadas debido a su cercanía con municipios colindantes con otro sistema de recogida de residuos», va a continuar en los próximos meses en el resto de núcleos del municipio «de manera muy activa».
Además, la Policía Local ha establecido recientemente un dispositivo de vigilancia contra los vertidos incontrolados en Es Caülls, Sa Cabaneta y Sa Cabana, especialmente alrededor de contenedores y áreas de aportación.
Paralelamente, los agentes han supervisado 35 puntos del municipio para controlar la documentación de animales y sancionar el abandono de excrementos en la vía pública.
En cuanto a las sanciones, se han impuesto seis multas por turismo de residuos a residentes de los municipios de Binissalem, Bunyola, Santa María, Consell y Llucmajor, con multas que pueden ascender hasta los 2.000 euros.
Por las infracciones relacionadas con el vertido de residuos incontrolados fuera de los contenedores o en la fracción equivocada, se han impuesto cinco sanciones, también de hasta 2.000 euors.
Dos personas han sido sancionadas por llevar perros potencialmente peligrosos sueltos y sin la documentación correspondiente, lo que podría conllevar multas de 500 a 10.000 euros. Finalmente, se han registrado tres infracciones por abandono de excrementos en la vía pública, sancionables con multas de 60 a 300 euros.