Un grupo de activistas se semidesnuda en Palma para exigir el fin de las corridas de toros en la ciudad
La acción coincide con el inicio de la temporada taurina en la Plaza de Toros de Palma
Se han se ha semidesnudado para "ponerse en la piel de los toros que mueren en las plazas cada año"
Domingo Zapata: «La Tauromaquia es parte de mi cultura y de quien soy»
Un grupo de activistas de AnimaNaturalis y CAS International se ha semidesnudado este domingo en Palma para exigir el fin de las corridas de toros en la ciudad.
En una nota de prensa, las organizaciones por la defensa de los animales AnimaNaturalis y CAS International han informado de la celebración de una protesta contra las corridas de toros.
La acción, que se ha llevado a cabo coincidiendo con el inicio de la temporada taurina en la Plaza de Toros de Palma, ha consistido en que un grupo de activistas se ha semidesnudado para «ponerse en la piel de los toros que mueren en las plazas cada año».
«El nuevo gobierno conservador de Partido Popular y Vox están fomentando este tipo de espectáculos sin escuchar razones éticas ni mirar las estadísticas de bajo interés por este tipo de espectáculos», ha explicado la coordinadora de AnimaNaturalis, Eliana Guerreño.
«Las tradiciones son una manera de expresar quienes somos, y la sociedad balear dista mucho de identificarse con sangre derramada y el último suspiro de un animal torturado», ha añadido.
Por otra parte, han destacado que, según datos oficiales del Ministerio de Cultura, el número de espectáculos taurinos en plaza ha mantenido un descenso sostenido desde 2015 en adelante, sin contar con los años anómalos de la pandemia, recoge la agencia Europa Press.
Según el mismo Ministerio de Cultura, han expuesto que sólo el 8% de la población asistió a algún espectáculo taurino en el período de 2018-2019. Sólo el 5,9% de ellos acudió a una corrida de toros, novillos o rejones en plaza y una quinta parte de todos los asistentes lo hizo con entrada gratuita.
También se publica el dato de que en 2018 un 92% de españoles no asistió a ningún festejo. Entre los motivos que exponen para no hacerlo, «el 40% adujo no tener interés alguno en la materia y el 20% que, directamente, no lo entendía».
A pesar de esto, han lamentado que «se calcula que más de 9.000 toros morirán y más de 50.000 serán alquilados para ser explotados en festejos populares, cuyo destino será igualmente la muerte, este año o los siguientes».
Así, han indicado que en Baleares se aprobó normativa en 2017 para seguir los pasos del resto de las comunidades autónomas que han prohibido la tauromaquia, pero el Tribunal Constitucional hizo retroceder este avance, a petición del Gobierno de Mariano Rajoy, quien ya había declarado la lidia como patrimonio cultural en 2013.