La empresa de limpieza del Ayuntamiento de Palma amenaza con despidos tras detectar bajas fraudulentas
Remite una instrucción a sus empleados denunciando el consumo de alcohol y la desobediencia a sus superiores
Advierte que hay barrenderos que hacen recados privados durante la jornada laboral y que abandonan el trabajo
Condenan a la empresa municipal de limpieza de Palma y a cinco sindicatos afines por acoso sindical
La empresa de limpieza del Ayuntamiento de Palma (Emaya) amenaza con despidos y sanciones a la plantilla tras constatar la existencia de bajas fraudulentas entre los empleados de la mayor compañía municipal, entre los que ha detectado casos de consumo de alcohol durante la jornada laboral y de desobediencia a sus superiores.
La compañía presidida por el concejal socialista de Medio Ambiente Ramón Perpinyà ha advertido, a través de una instrucción de servicio dirigida a sindicatos y trabajadores, que ante esta situación pondrá «los medios necesarios para destapar estos casos».
En un mensaje difundido por SMS al personal, la empresa denuncia que existe una tendencia al alza del absentismo (bajas por enfermedad, accidente o ausencia al trabajo), lo que unido a las dificultades que tiene la empresa para contratar personal temporal «imposibilita la efectiva cobertura de los servicios».
Todo ello a su vez redunda, según Emaya, en una merma significativa en la calidad de los servicios que presta a la ciudadanía de Palma.
En esta instrucción Perpinyà informa a los más de 800 trabajadores municipales de la limpieza que está teniendo conocimiento de la posible existencia de bajas laborales fraudulentas, “circunstancia del todo intolerable y contra la que destinará medios con el objetivo de corregirla”.
A su vez, la dirección de la compañía apunta a la «mala praxis» de determinados trabajadores durante el transcurso de su jornada laboral siendo las más recurrentes, en primer lugar, las faltas de asistencia al trabajo injustificadas y de puntualidad.
Además del consumo de alcohol durante la jornada laboral y de no seguir las instrucciones de trabajo, Perpinyà acusa a parte de la plantilla de falta de respeto y consideración, tanto hacia los compañeros como a superiores, y en ocasiones, a la ciudadanía a la que ofrecen su servicio.
También se daría el caso de trabajadores que realizan recados o gestiones particulares durante la jornada laboral, con el agravante de portar el uniforme de la empresa, o incluso, el vehículo de Emaya, fumando o comiendo en el interior de los mismos durante el desarrollo de la actividad laboral.
A este respecto, el presidente de Emaya lamenta que haya barrenderos que no utilizan el control de presencia fichando a la entrada y salida, que abandonan su puesto de trabajo sin autorización, y que no respetan, el cumplimiento de las medidas preventivas ante la covid. Por todo lo anteriormente expuesto, la dirección hace un llamamiento a todas las personas que conforman la plantilla a las que recuerda que «dichas conductas, son totalmente intolerables e inasumibles» por la empresa, además de dañar la imagen de la misma.