Armengol insiste en modificar la Ley de Igualdad para abolir la prostitución y se enfrenta a sus socios de Més
El Govern defiende que se reconozcas dos nuevos tipos de violencia machista: la prostitución y la vicaria
Més califica el proyecto de "oportunismo político" y argumentan que la legislación actual ya protege a las prostitutas
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El PSOE de Baleares insiste en la modificación de la Ley de Igualdad con la finalidad de que reconozca dos tipos de violencia machista concreta: la prostitución y la vicaria. La formación Més per Mallorca, socia del PSOE en el Ejecutivo balear, rechaza esta modificación porque considera que el actual redactado en lo referente a las violencias sexuales es «lo suficientemente amplio» para proteger a las mujeres que ejercen la prostitución.
Més explica que la propuesta de modificación es el «oportunismo político» del PSOE balear que pretende modificar las leyes autonómicas de igualdad para reproducir el debate estatal de la ley abolicionista/prohibicionista de la prostitución que han propuesto los socialistas en el Congreso de los Diputados.
El proyecto a nivel nacional que diseñó el Ministerio de Igualdad plantea penalizar el proxenetismo no coactivo (no violento) y también a quien se lucre con el alquiler de locales destinados a favorecer la explotación de la prostitución . El PSOE, a nivel nacional, considera que la prostitución es una forma de violencia sobre las mujeres y plantea que se castigue a todo aquel que se lucre por cualquier vía de la prostitución ajena, sin necesidad de que haya una relación de explotación.
La consellera de Presidencia, Mercedes Garrido, en una entrevista concedida a Euorpa Press, asegura que uno de los asuntos que el Govern tiene pendiente en este próximo curso parlamentario es la modificación de la Ley de Igualdad, que en Baleares se aprobó en 2016. La consellera recuerda que la norma fue «pionera», pero desde entonces se ha producido un cambio de Gobierno a nivel estatal con el que la legislación nacional en materia de Igualdad «ha avanzado» y, en consecuencia, Baleares debe adaptarse a «la realidad administrativa» para que reconozca dos tipos de violencia machista concreta: la prostitución y la vicaria.
Con esta explicación responde a la decisión de Més de no impulsar esta modificación. Garrido subraya que el «oportunismo político igual es de otros partidos» y se confiesa abolicionista, pero detalla que la Ley balear no puede plantear la abolición porque la comunidad autónoma no tiene esa capacidad. «Si se plantea la abolición tiene que ser desde el Congreso», indica.
Sin embargo, responde que el planteamiento del PSOE no es éste, sino que la modificación de la Ley de Igualdad es para reconocer la violencia vicaria y la prostitución como violencias machistas. Así, las mujeres podrán acceder al «abanico de ayudas sin que quede a la voluntad de quien atiende en la administración».
En la misma entrevista con EP, Mercedes Garrido defiende el trabajo que el IBDona, junto con la Conselleria de Educación y Formación Profesional, realiza con las clases de educación afectivo sexual en colegios e institutos para explicar, por ejemplo, que «la pornografía no es la manera de acercarse a la sexualidad» y alerta que su consumo «se está extendiendo y empezando en niños de ocho años». «Es un problema».
Garrido remarca esta labor educativa como una herramienta para «evitar que haya agresores» como los que ahora atemorizan a mujeres con «una nueva expresión» de violencia de género, la de los pinchazos en lugares de ocio. «Es la violencia del terror contra la mujer que se lleva ejerciendo desde hace muchos años», subraya.
En esta últimas dos semanas, Igualdad ha capitaneado varias reuniones con la Conselleria de Sanidad y Consumo, Delegación del Gobierno en Baleares, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ayuntamientos de Baleares y consells insulares, entre otros, para analizar el problema de los pinchazos en Baleares y remarcar las pautas que se deben seguir ante este tipo de agresión que, en algunos casos europeos, ha acabado en sumisión química.
Cabe recordar que en las Islas se investigan siete casos de pinchazos por parte de la Guardia Civil, ya que el único que había sido denunciado en la Policía Nacional ha acabado con la detención del chico por inventárselo para intentar cobrar un seguro.
Garrido recalca que indicar a las víctimas cómo se tienen que proteger, «no quiere decir que no actúen» contra los agresores, también con acciones preventivas que «son importantísimas».
Además, tanto agentes policiales como locales de ocio en Baleares trabajan contra los agresores. Por ejemplo, la consellera explica que desde la Asociación de Ocio de Ibiza y la Asociación Balear del Ocio y Entretenimiento (Abone) han subrayado que tanto el personal de barra como de seguridad tienen información específica sobre cómo actuar ante posibles agresiones a mujeres. «Incluso hay discotecas en Ibiza que cuentan con enfermerías por si tienen que hacer una primera actuación», destaca.
Ante todo, la consellera precisa que se trata de una «nueva expresión» de violencia ejercida contra la mujer. Por ello, defiende que «las cosas hay que llamarlas por su nombre», sobre todo ante el uso de algunos políticos del PP del término violencia intrafamiliar. «Posicionamientos políticos de extrema derecha que formaciones que no lo son, como el PP, están comprando en este momento, no lo necesitamos como sociedad para reconocer que existe un problema y se debe afrontar entre todos», subraya.