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Armengol gasta 50.000 euros en un Juego de la Oca en catalán cuando se recrudecen las colas del hambre

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La presidenta socialista del Govern balear, Francina Armengol, gastará 50.000 euros en un concurso para crear el Juego de la Oca en catalán  en un momento en el que se recrudecen en Palma las colas del hambre. Y es que en la céntrica iglesia de los Capuchinos, cientos de personas acuden cada mañana en busca de un lote de productos básicos para su subsistencia con una inflación desbocada, el recibo de la luz desatado y la cesta de la compra por las nubes.

La iniciativa de este más que peculiar concurso público para la fabricación de este juego parte de la Conselleria de Fondos Europeos, Universidad y Cultura, que preside el conseller socialista menorquín Miquel Company, y más concretamente de la directora general de Política Lingüística y ex de ERC, Beatriz Defior, que tiene a Gabriel Rossinyol como jefe del servicio, para el fomento del uso del catalán en Baleares. Una lengua y sus chiringuitos fomentados y engordados a costa del contribuyente y que se ha convertido en la única de uso oficial en todas las administraciones de las Islas desde el aterrizaje de Armengol en el Consolat de la Mar en 2015.

Esta chocante iniciativa del socialista Company tiene por objeto la fabricación de 1.000 unidades de un producto lúdico adaptado a partir del conocido juego de la oca para facilitar el aprendizaje de la lengua catalana desde una vertiente lúdica y práctica. Una ocurrencia más para el dispendio de dinero público, en este caso destinado a fabricar un conjunto de elementos y piezas que son necesarias para que el juego se pueda desarrollar con pleno sentido.

Según la directora general de Política Lingüística, se considera «fundamental incrementar y difundir la oferta de lengua catalana en el ámbito del ocio, mediante la elaboración de productos que de manera lúdica y entretenida favorezcan el aprendizaje». Toda una declaración de principios de que el Juego de la Oca en catalán podría ser el primero en una larga lista de iniciativas recreativas por parte de esta ex dirigente de ERC en Mallorca.

En total, se ha encargado el suministro de un millar de lotes de la oca catalana y como se especifica en el insólito pliego de condiciones del contrato, cada caja se deberá remitir embalada y deberá de contener un tablero de dos clases, una bolsa de preguntas de dos niveles diferenciados, cuatro fichas, dos dados y las instrucciones.

Una vez que Defior otorgue el visto definitivo a la muestra, dará la indicación oportuna al contratista para que comience a producir las piezas y los accesorios del juego, si bien el diseño de las imágenes de las bolsas textiles correrá a cargo de la dirección general que ella preside.

El contrato también deberá prever el transporte de todas las unidades del juego hasta la dirección de Palma que se proporcione. Se desconoce si alguno de estos tableros de la oca catalana irá a parar a la iglesia de los Capuchinos, donde las colas del hambre de palmesanos que no llegan ni a primero de mes llenan cada mañana desde las nueve toda la acera de uno de los laterales de la parroquia.