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Armengol exige ahora la condonación de la deuda de Baleares de 9.000 millones tras años de despilfarros

El Govern quiere que el Estado asuma la totalidad de la deuda que ha acumulado en estos años

La socialista culpa al sistema de financiación a pesar de que Baleares es la autonomía número uno en presión fiscal

Los presupuestos de Baleares superan su primer trámite en el Parlament con más gasto y más impuestos

El PP acusa a Armengol de aumentar el gasto público con fines electoralistas

Tras algo más de 6 años de Govern con Francina Armengol, el despilfarro de los socialistas en políticas que sólo aumentan el gasto ha llevado a Baleares a acumular una deuda de 9.000 millones de euros. De estos, el Ejecutivo balear le debe unos 4.300 millones al Gobierno de Pedro Sánchez. Préstamos del Estado porque, aseguran, los recursos del sistema de financiación no son suficientes. Si bien las Islas son una comunidad infrafinanciada, también es la número uno en presión fiscal. Y es que hace falta mucho dinero para costear las aventuras catalanistas y electoralistas de Armengol.

Con el argumento de que el dinero que Baleares recibe del Estado es inferior a las necesidades de la autonomía, el Govern reclama que Sánchez perdone la deuda. Según el Última Hora, la reflexión del Ejecutivo balear es: «si las Islas han tenido que pedir dinero al Estado porque el que les llega por la vía ordinaria no es suficiente, lo lógico es que Madrid compense esa deficiencia y perdone la deuda contraída». Este será uno de los ejes centrales de la reclamación que planteará Baleares tanto al Gobierno como a las comunidades autónomas.

En este sentido, la consellera de Hacienda, Rosario Sánchez, ha asegurado que tiene claro que esos más de 4.000 millones de euros que deben las Islas, ha de asumirlos el Gobierno. Según ella, esta absorción no afectará al Estado, pues a efectos de las reglas de estabilidad de la Unión Europea, la deuda autonómica consta como deuda global de España. No obstante, asegura que supondrá un desahogo para Baleares. «La condonación de la deuda es muy importante para alcanzar los objetivos de estabilidad presupuestaria», afirma Sánchez.

La consellera va incluso más lejos y propone que España también se haga cargo de los 5.000 millones que las Islas le deben a los bancos. Es decir, que el Estado asuma la totalidad de la deuda acumulada por el Govern. Esta petición conecta, dice Última Hora, con un informe elaborado hace unos años por la Sindicatura de Cuenta de Baleares. El estudio concluyó que la autonomía ha sufrido un claro problema de infrafinanciación que se ha tenido que resolver pidiendo dinero a los bancos para poder cuadrar las cuentas.

Despilfarro sin control

Para el portavoz parlamentario del PP de Baleares, Toni Costa, el problema no se soluciona pidiendo la condonación al Govern. «Da igual que la deuda esté en manos de Baleares o del Gobierno, nos afectará de todas formas, pues sigue siendo deuda española. No nos ahorraremos nada ni supondrá que se incrementen los ingresos futuros». Costa le ha recordado a Armengol que «no se puede gastar más de lo que hay» y ha advertido al Govern de que «está tensando cada vez más la cuerda». 

El político ha asegurado que está de acuerdo con el argumento de que el sistema de financiación autonómico tiene carencias y que es parte del problema. Ahora bien, ha hecho hincapié en que los recursos eran los que eran y que no ha habido contención por parte del Govern. «Es cierto que la última vez que nosotros gobernamos tuvimos que aumentar el gasto, pero no hubo un despilfarro como el de ahora. Es un problema de los ejecutivos socialistas. Tienden a gastar más de lo que hay. Luego suben impuestos con la excusa de que no hay suficiente y de nuevo aumentan el gasto». Cabe recordar que Baleares es la autonomía con la mayor presión fiscal y el mayor esfuerzo fiscal de España. 

Para Costa y el PP balear, la condonación de la deuda en la negociación del sistema de financiación es una mala estrategia. Ha asegurado que lo único que logrará el Govern es que se dejen de lado otras cuestiones más importantes como el factor de insularidad. «Somos una comunidad infrafinanciada y necesitamos un modelo de financiación que nos beneficie, no que sólo se centre en perdonar la deuda, algo que no servirá de nada».

El portavoz ha incidido en que el Govern ha de aprender a administrar. Lo que no puede ser, asegura, es que en los presupuestos para 2022 se aumente el gasto en 500 millones y que para ello la presión fiscal deba ser mayor. «Si estuviésemos gobernando nosotros, el gasto subiría 100 millones, se mantendría un margen de prudencia de 150 millones y bajaríamos los impuestos a los ciudadanos en 200 millones». El problema de Armengol es que debe contentar a sus socios separatistas con aventuras catalanistas y de política lingüística. Y también debe «poner la repartidora electoral en marcha».