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La startup aragonesa The Mindkind que compite contra Google en su proyecto de IA: «Es David contra Goliat»

The Mindkind lanza una ronda de inversión para familiares y amigos para captar 300.000 euros

Mario Garcés fundó la compañía en 2020 para desarrollar Inteligencia Artificial (IA) general

La startup The Mindkind lanza una ronda de inversión para poder competir contra los grandes gigantes tecnológicos en el desarrollo de la IA. El investigador Mario Garcés es CEO de The Mindkind, una startup aragonesa ubicada en pleno valle de Benasque (Huesca), que se encuentra entre las pocas compañías en el mundo que están tratando de desarrollar Inteligencia Artificial (IA) general.

La idea de Garcés es pionera y disruptiva en España: «Nunca me imaginé fundar una empresa especializada en neurocognición aplicada a la IA. Yo quería fundar un hotel rural con encanto y una consultora para empresas con la que trabajar el sentido humanista. Si bien, este espíritu no lo he perdido y es lo que nos distingue de las demás. He pasado muchos años investigando sobre ello, publiqué un ensayo que alcanzó prestigio y que fue el germen de The Mindkind».

«La IA general es la tecnología más avanzada y aún no existe como tal. Esta tecnología superará a Chat_GPT o Gemini. Está considerada como el Santo Grial de la IA y es intensamente buscada por todas las grandes compañías», explica.

The Mindkind: David contra Goliat

Las dificultades son grandes para mantenerse en esta carrera para desarrollar la tecnología que podría cambiar la relación entre el hombre y la máquina, tal y como la conocemos, al dotarles de capacidad de aprender real.

El caso de The Mindkind es fascinante, pues está compuesto por un grupo de seis científicos que están intentando resolver problemas tecnológicos muy complejos compitiendo en pleno corazón del Pirineo Aragonés, en la vanguardia de la IA contra Google o Microsoft, en lo que considera «una lucha de David contra Goliat». «Estos gigantes no han sabido resolver estos problemas con la IA general. Nosotros tenemos la llave para poderlo hacer, porque tenemos un conocimiento específico que nos aporta una excepcional ventaja competitiva», defiende Garcés, que ha logrado crear una empresa Certificada por Enisa y como el sello de Empresa Innovadora.

Una ronda de pequeños inversores

Sin embargo, el problema más grande que se ha encontrado por el camino este científico informático es el de la financiación. «Hemos logrado captar importantes fondos nacionales y europeos para desarrollar nuestros proyectos, pero el resto ha sido a pulmón. Los fondos públicos pueden llegar a cubrir incluso el 70% de la inversión, pero sin ese 30% el proyecto no puede salir adelante», explica.

«He invertido todo mi patrimonio en esta startup porque creo que podemos lograrlo. Crear tecnología en España es muy complicado, porque las instituciones ponen muchas trabas burocráticas. La presión financiera es brutal, y no permite dedicar el 100% del tiempo a la investigación porque todos los días se tienen que resolver este tipo de problemas. Hay que pagar nóminas», relata.

«Por eso, la compañía ha decidido lanzar una ronda de inversión que nos permita seguir apostando con independencia en nuestro proyecto al incrementar los fondos propios para reducir el endeudamiento bancario», explica.

«Le hemos llamado ronda de familia y amigos. Esta campaña está dirigida a pequeños inversores que creen en el proyecto. Los importes de inversión son muy accesibles, reduciendo con ello el riesgo financiero. Al final, este es un capital de riesgo, enfocado en la investigación y el desarrollo de la IA general. Se puede colaborar desde 2.000 euros hasta 10.000 euros con el objetivo de que juntos alcancemos 300.000 euros, que entrarán a formar parte del capital social de la compañía», explica.

Crear tecnología en España

«En la empresa nos encontramos en un momento de aceleración. Ya hemos superado la segunda fase de la financiación europea más importante para proyectos tecnológicos disruptivos, conocida como EIC Accelerator», señala. «En caso de conseguirla, la UE podría financiar el impulso de la compañía hacia el mercado con hasta 17,5 millones».

Recientemente, Garcés participó en un desayuno con el Ministerio de Ciencia e Innovación, en el que puso de relieve estas cuestiones: «En Europa, a diferencia de Estados Unidos, las instituciones te dan el impulso inicial, sin embargo, encontrar inversores es muy difícil porque no hay cultura de riesgo. Esta mentalidad nos lastra como sociedad a nivel de competencia con otros países».

En el caso de The Mindkind, Garcés reconoce la colaboración del Instituto Tecnológico de Aragón (ITA) y del Centro de Empresas e Innovación de Aragón (CEEI Aragón): «Son fundamentales para que nuestro trabajo pueda dar sus frutos. El ITA es nuestro partner tecnológico desde hace ya 3 años».

El caso de Tesla

Según tienen previsto, The Mindkind podría sacar su producto al mercado a nivel mundial en 2027: «Se trata de un componente de software que, integrado en diferentes sistemas, permitirá a las máquinas aprender, razonar, tomar decisiones y comportarse como si fueran humanos. Todo nuestro know-how está protegido bajo la actual ley de Secreto Empresarial».

El primer paso para adentrarse en el mercado sería el Metaverso y los videojuegos, ya que «aplicar aquí nuestra tecnología será más barato, rápido, seguro y flexible. El volumen de negocio en el Metaverso aún no está validado, aunque se estima en unos 1,5 billones de euros anuales para 2030. El de los videojuegos sí está contrastado y alcanza 220.000 millones de euros anuales».

«Ahora se habla mucho de Tesla, pero ellos no están desarrollando lo que nos estamos refiriendo. Cuando un coche Tesla atropella a un peatón, no es posible saber por qué lo ha hecho y, en caso de que se llegue a saber, no es posible modificar sólo esa parte del modelo, porque todo está embebido en una red profunda gigante. El sistema no entiende nada, sólo computa probabilidades», expone.

«Un problema como éste no tiene solución en la IA estrecha, basada en Big Data y Deep Learning (Redes Neuronales Profundas), que hace imposible comprender cómo aprende y toma decisiones la IA», argumenta.

«Nuestra tecnología utiliza un paradigma completamente diferente, ya que está bio inspirada en un modelo funcional novedoso que no tienen estas grandes compañías por mucho que tengan un gran capital, de ahí la lucha David contra Goliat, a la que me refería. Nuestra arquitectura es similar a la de un ser vivo, la complejidad no está en el algoritmo o en la célula, sino en la interacción dinámica entre todos ellos», valora.