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Una limpiadora del Palacio de Buckingham cuenta el mejor truco para dejar los cristales relucientes

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando pensamos en lugares donde la limpieza es impecable, es fácil imaginar el Palacio de Buckingham, símbolo de lujo, historia y un cuidado extremo en cada detalle. No es casualidad que una residencia con más de 775 habitaciones mantenga un nivel de limpieza tan estricto y preciso. Cada rincón, cada alfombra, cada pieza de mobiliario se cuida con gran dedicación para que luzca siempre perfecta, reflejando la grandeza de la familia real británica.

Pero, ¿qué hay detrás de esa impecabilidad, especialmente en algo tan delicado como las ventanas que permiten que la luz inunde los salones reales? Lo que muchos no saben es que para lograr esos cristales transparentes y sin manchas, no siempre se necesitan productos caros. Anne Simmons, una limpiadora que trabajó durante una década en el Palacio de Buckingham, compartió un secreto que puede parecer sencillo pero es muy efectivo: el uso del agua destilada.

Un truco real para ventanas impecables

Anne Simmons dedicó diez años de su vida a mantener la limpieza en el Palacio de Buckingham, un entorno donde la perfección no es una opción sino una obligación. En su experiencia, uno de los grandes retos era mantener las ventanas absolutamente limpias, sin rayas ni marcas que pudieran arruinar el efecto de la luz natural que entra en el palacio. Pero, además, el equipo de limpieza debía evitar el uso de productos químicos agresivos que pudieran dañar los delicados cristales o dejar residuos.

Para Simmons, la solución llegó cuando comenzó a usar agua destilada. Este tipo de agua no contiene minerales ni impurezas, lo que significa que al usarla para limpiar no deja manchas blancas ni residuos que a menudo aparecen cuando se limpia con agua del grifo común. La limpiadora contó en una entrevista que siempre llevaba una jarra con agua destilada lista para humedecer los paños con los que limpiaba los cristales. Gracias a este método, lograba que las ventanas quedaran transparentes y sin rastros de suciedad o grasa, incluso sin necesidad de frotar demasiado fuerte y sin preocuparse por rayar el vidrio.

¿Por qué el agua destilada es tan efectiva para limpiar cristales?

El secreto del agua destilada está en su pureza. A diferencia del agua normal, que contiene minerales como calcio y magnesio, el agua destilada es procesada para eliminar todas estas impurezas. Esto evita que, al secarse, queden depósitos minerales que forman esas manchas blanquecinas tan molestas en los cristales y espejos.

Además, al estar libre de cualquier sustancia química o suciedad, no afecta la superficie del vidrio ni altera su estructura. Esto es especialmente importante en ventanas delicadas, donde los productos de limpieza agresivos pueden generar daños a largo plazo. Usar agua destilada también reduce la necesidad de frotar demasiado, lo cual es positivo para evitar arañazos.

Por todo esto, es un recurso ideal para quienes buscan resultados impecables, y además es muy accesible, pues el agua destilada se puede adquirir fácilmente en supermercados.

Otros usos del agua destilada en el hogar

La versatilidad del agua destilada va más allá de la limpieza de ventanas. Anne Simmons y otros expertos recomiendan usarla para diversas tareas domésticas que se benefician de su pureza:

Como puedes comprobar, mantener las ventanas, espejos y dispositivos  limpios y relucientes no tiene por qué ser una tarea complicada. La experiencia de Anne Simmons en el Palacio de Buckingham nos muestra que a veces los secretos mejor guardados están en los métodos más sencillos y naturales. El agua destilada, al ser pura y libre de minerales, garantiza un acabado impecable sin dejar residuos ni manchas, además de proteger las superficies delicadas.