Desmantelan una trama argelina que introducía inmigrantes ilegales y los regularizaba con bodas falsas
Escondían a los inmigrantes ilegales en un zulo de una trastienda de una peluquería
Los inmigrantes pagaban 15.000 euros por un 'pack' de regularización ilegal


Traían inmigrantes ilegales en patera desde Argelia, los escondían en un zulo de una peluquería y les cobraban 15.000 euros por un ‘pack’ de regularización falsificando los documentos necesarios para que los inmigrantes ilegales se quedaran en España de forma temporal.
La trama argelina regularizaba de forma ilegal a sus compatriotas presentando empadronamientos falsos, contratos de trabajo o cursos de formación fraudulentos con los que solicitaban permisos de residencia temporal por circunstancias excepcionales. También solicitaban permisos de residencia de familiar comunitario mediante bodas ficticias.
Se trata de una trama argelina con base en Zaragoza y que operaba en todo el territorio español. Seis de los detenidos, los cabecillas de la trama, ya están en prisión. Otras 24 personas, también arrestadas, están en libertad en calidad de investigados
La investigación policial se inició tras ser detectado un incremento inusual de solicitudes de residencia temporal por circunstancias excepcionales de ciudadanos argelinos y en las que se habían presentado diferentes documentos falsos para la tramitación de las mismas.
Empadronar a inmigrantes ilegales
El grupo criminal estaba asentado en la provincia de Zaragoza, donde se identificaron a los líderes del entramado, pero con ramificaciones a nivel nacional en Alicante, Murcia, Huesca y Guipúzcoa. Además, contaba con una amplia red de colaboradores e intermediarios cuya labor era realizar empadronamientos fraudulentos en domicilios y formalizar contratos de trabajo falsos en empresas que usaban para llevar a cabo el objetivo último y principal, que era reunir los requisitos exigidos para la presentación de las autorizaciones de residencia temporal por circunstancias excepcionales en sus diferentes variantes.
Asimismo, contaba con colaboradores en Francia, que proporcionaban clientes asentados en dicho país que buscaban arreglar su situación administrativa en España. A estos clientes se les facilitaba la posibilidad de gestionar la solicitud de permisos de residencia españoles sin necesidad de moverse del territorio francés, mediante el envío de fotocopias de sus pasaportes, empadronamientos a distancia, apertura de cuentas bancarias y justificantes médicos, entre otros.
6.000 euros por una boda falsa
El entramado se estructuraba de forma jerarquizada, desempeñando cada integrante una labor concreta, tanto en la búsqueda de clientes a los que empadronar, como domicilios donde realizar este extremo, empresas con las que obtener contratos de trabajo o parejas con las que realizar las bodas fraudulentas. Para ello, la organización solicitaba el pago de cantidades económicas que variaban entre los 900 euros por realizar un empadronamiento, entre 3.000 y 10.000 euros por un contrato fraudulento, entre 2.000 y 6.000 euros por una boda civil ficticia o 200 euros por el transporte de documentación.
La elaboración de empadronamientos fraudulentos se realizaba mediante el método de “look-alike” por el que la organización conseguía individuos que se parecían físicamente a las personas a empadronar.
Captaban inmigrantes al bajar de la patera
La organización criminal contaba con nexos de unión directos con la llegada de pateras a las costas españolas desde Argelia, siendo una fuente directa de «clientes-migrantes», a los que se les facilitaba un «pack completo de regularización» para inmigrantes ilegales. Los migrantes eran plenos conocedores de que a su llegada se iniciarían los trámites para su regularización, motivo por el cual facilitaban sus pasaportes originales de Argelia para que el entramado delictivo a través de sus colaboradores, realizaran el traslado de esos pasaportes hasta territorio nacional.
Una vez en España, los inmigrantes eran alojados en condiciones infrahumanas en un zulo de apenas nueve metros cuadrados habilitado dentro de una peluquería propiedad de la trama argelina en la ciudad de Zaragoza, y en el que vivían a la espera del inicio de los trámites de su regularización.
La actuación operativa culminó con la detención de 30 personas de de diferentes nacionalidades, decretándose el ingreso en prisión de los seis principales investigados, entre los que se encuentran los cabecillas de la organización. Del mismo modo se llevaron a cabo siete entradas y registros en la provincia de Zaragoza, donde se incautó diversa documentación falsa y varios pasaportes argelinos.