Andalucía

Podemos se niega a condenar la brutal agresión a la vocal de Vox: «No sé qué ha pasado»

El silencio atronador de la izquierda sobre la brutal agresión sufrida por la vocal de Vox en Cerro-Amate (Sevilla), Estefanía Martín, no es casual. Este miércoles, OKDIARIO Andalucía ha preguntado a la portavoz del Grupo Unidas Podemos por Andalucía, Inmaculada Nieto, por qué no han condenado esta agresión, siendo la víctima una mujer. La respuesta, en definitiva: «No nos habíamos enterado». Sin embargo, intentando creerles, tampoco han aprovechado la pregunta, a través de la cual presuntamente se han enterado, para condenarlo. Conclusión: mantienen el silencio atronador ante las constantes amenazas de muerte y agresiones porque la víctima es de Vox.

Este periódico ha querido aprovechar que Inmaculada Nieto se solidarizaba con los bomberos de Infoca para ver si también mostraba esa solidaridad con Estefanía Martín. Pero no ha habido suerte. «No tenía conocimiento de que había una mujer nuevamente agredida en nuestra tierra. No tenía conocimiento de ello, pero sí lo tenía con que están los bomberos en la puerta. Sí tenía, además, total conexión con lo que íbamos a hablar», continúa la portavoz de Unidas Podemos, en referencia a los Presupuestos autonómicos 2022. Sin embargo, resulta curioso que el empleo público sí sea algo político y, a ojos de Nieto, una agresión a una vocal de Vox no.

Unidas Podemos: «No tenía conocimiento de que había una mujer nuevamente agredida en nuestra tierra»

«Nos ha parecido, como es costumbre en nuestro grupo, solidarizarnos con el colectivo dado que su reivindicación no sólo la compartimos, si no que nos parece que es muy justa», ha continuado Nieto. Sin embargo, la portavoz ha debido olvidar que su partido siempre condena cualquier agresión a una mujer… menos en esta ocasión. 

Sea como fuere, la izquierda andaluza (y nacional) sigue callada con este brutal acto de violencia contra la vocal de Vox en Cerro-Amate que, según ha podido saber OKDIARIO Andalucía, sigue estando amenazada prácticamente a diario, incluso con gente encapuchada frente a su domicilio. Pero esto, para la izquierda, no debe ser «muy justo» condenarlo.