Andalucía
El arrestado se defendió a mordiscos y cabezazos

A juicio 14 personas por una brutal paliza a unos guardias civiles que arrestaban a un presunto asesino

En diciembre de 2020, un hombre era arrestado al ser visto por dos agentes de la Guardia Civil en un bloque de una barriada de Pinos Puente, en Granada. Sin embargo, se resistió a la detención a base de mordiscos, patadas y cabezazos y a su rescate acudieron su hermana y otras doce personas más que también se enfrentaron a los guardias civiles, que resultaron lesionados tras ser acorralados y agredidos. El detenido era un presunto asesino con varios antecedentes penales y que llevaba año y medio fugado tras protagonizar un tiroteo en 2019. La Fiscalía pide ocho años de prisión para este joven, que es el principal procesado en esta causa.

Sobre las 16:00 horas del 21 de diciembre de 2020, los agentes de la Guardia Civil detectaron la presencia del presunto asesino en las inmediaciones de un bloque de una barriada de Pinos Puente, constándole «una orden de búsqueda y detención como presunto autor de un delito de homicidio y tenencia ilícita de armas, así como múltiples requisitorias emitidas por distintos juzgados de la ciudad de Granada».

En el marco del dispositivo establecido por el Instituto Armado, y después de ser abordado por dos agentes «de forma reservada y aislada» para detenerlo, el joven, «lejos de atender a las instrucciones» de los mismos, habría hecho gala de «una oposición agresiva y contumaz» propinando supuestamente «mordiscos, patadas y cabezazos al tiempo que gritaba para obtener el auxilio del resto de acusados».

Al primero, concretamente, le habría propinado «un bofetón en la cara» y roto unas «gafas que han sido valoradas en 440 euros», y dada la actitud que habría guiado al joven, se unió un tercer guardia civil, que también sufrió lesiones que requirieron de «tratamiento ortopédico, farmacológico y rehabilitador», con una cicatriz nasal entre las secuelas.

Además, y tras su llamada, el resto de acusados habría actuado «de forma concertada y coordinada y con el fin» de liberarlo y así habría acorralado a los agentes, arremetiendo supuestamente contra ellos con «una oposición contumaz a la actuación policial con manifiesto desprecio al principio de autoridad». Otros tres agentes resultaron con lesiones, y uno de ellos «sufrió la rotura de unas gafas de sol valoradas en 64 euros».

El fiscal indica también que la hermana del acusado principal, tras su llamada y con el supuesto propósito de «facilitar la huida» del mismo, habría golpeado «de forma contundente con una defensa policial» a un guardia civil que sufrió fractura en un dedo de la mano derecha, en el que le ha quedado cicatriz y limitación funcional.

Esta familiar se enfrenta a una petición de un total de cinco años de prisión, por la presunta comisión de un delito de atentado en concurso con otro de lesiones, y de un ilícito de resistencia a la agentes de la autoridad. Este último conlleva petición de pena de un año para todos los procesados.

De este modo, y dado que el procesado principal se enfrenta también a un delito de atentado en concurso con otro de lesiones, y otros dos ilícitos de delitos leves, que conllevan una petición fiscal de tres años, este joven se enfrenta a un total de ocho años de prisión.

En cuanto a la acusación particular que ejercen cuatro de los agentes agredidos, que ha pedido como la Fiscalía la apertura de juicio oral, pide cárcel para diez de los 14 procesados, por hechos que se explican en términos parecidos a los que expone el Ministerio Público.

En su escrito, esta parte pide para el principal acusado un total de cinco años de prisión por la presunta comisión de un delito de atentado en concurso con otros tres leves de lesiones, así como de dos ilícitos de resistencia a los agentes de la autoridad, y como inductor del de atentado en concurso con uno leve de lesiones por el que solicita un año para el resto de acusados, a excepción de la hermana, que se enfrenta a cinco años.