Andalucía
En 1994

El día en que un ataque de risa paralizó el Parlamento de Andalucía y dio la vuelta al mundo

Han pasado ya casi 30 años, pero es una de las imágenes más icónicas de la política española. Parlamento de Andalucía, 22 de noviembre de 1994. El PSOE-A de Manuel Chaves gobernaba en minoría. Tras casi ocho horas de intenso debate sobre los presupuestos de la comunidad, los diputados sufrieron un ataque de risa que obligó a suspender la sesión durante unos minutos. El vídeo se hizo viral sin necesidad de redes sociales y llegó incluso a la televisión japonesa.

El entonces presidente de la Cámara autonómica, Diego Valderas (IU), llamó al decoro parlamentario en reiteradas ocasiones, pero fue imposible. La entonces secretaria de la Mesa del Parlamento, Hortensia Gutiérrez del Álamo (PSOE), prendió la mecha y contagió a todos. Se disponía, por tercera vez tras sucesivos empates, a hacer el llamamiento para la tercera votación de la enmienda a la totalidad del presupuesto de la Junta para 1995, presentada por el PP.

Al filo de la medianoche, el presidente de la Cámara le pidió que acelerara la lectura de los nombres de los 109 diputados, pero Gutiérrez del Álamo los leyó tan deprisa que casi no dejaba tiempo a los parlamentarios para levantarse y emitir su voto. La olla a presión por sacar adelante los presupuestos estalló en risas. Necesitaban liberar la tensión. «Señorías, comprendo que a estas horas de la noche haya un cansancio después del amplio debate», apuntaba Valderas, todavía desde la entereza. Gutiérrez del Álamo lo volvió a intentar, pero no pasó del segundo nombre. Años después rescataba el episodio en una entrevista en Canal Sur: «Pasé un mal rato horroroso. La gente dice que nos humanizó», recuerda.

Desde la bancada popular, Javier Arenas, entonces presidente del PP-A, comenzó igualmente a reírse. También su compañero Juan Ojeda. Ya no hubo manera de controlar la situación. «Señorías, silencio, por favor», repetía Valderas. Ante la imposibilidad de avanzar con la votación, Gutiérrez del Álamo se retiró entre aplausos y Juan Santaella, secretario segundo, tomó el relevo en la lectura de nombres. Apenas pasó del primero. «Señorías, suspendemos la sesión por cinco minutos, por favor», sentenció el presidente del Parlamento de Andalucía, lo que provocó el alivio de los presentes y la carcajada definitiva.

Finalmente, tras el parón, los presupuestos andaluces se votaron y salieron adelante. Una cómica estampa que unió a todos los grupos, difícil de imaginar en el entorno de crispación política que se vive en la actualidad. La noticia dio la vuelta al mundo y fue recogida por la televisión japonesa NHK, así como por la emisora estadounidense ABC  y la colombiana Radio Caracol.